Colapso sanitario prácticamente total en el norte de la Franja de Gaza, que alberga precisamente la parte más densa de la infraestructura sanitaria del enclave. Allí, todos los hospitaleshan dejado de funcionar salvo el de Al Ahli, según Naciones Unidas.

"Todos los hospitales en la ciudad de Gaza y en el norte de Gaza están fuera de servicio debido a la falta de electricidad, de suministros médicos, de oxígeno, alimentos y agua, además de los bombardeos y enfrentamientos en los alrededores", ha alertado la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), en su informe de este martes sobre el impacto de la guerra entre Israel y Hamás en la población civil.

Una fosa común en el asediado hospital de Al Shifa

En el asediado hospital de Al Shifa, el más grande de la Franja de Gaza, el personal incluso ha comenzado a excavar una fosa común dentro de las instalaciones para enterrar a quienes van falleciendo, ante la imposibilidad de abandonar la zona por la presión militar del ejército israelí. La agencia de noticias palestina WAFA asegura que ya han sido enterradas 170 personas en esta fosa, situada en el patio del hospital.

De acuerdo con la agencia Reuters, los tanques israelíes han avanzado hasta las puertas del centro, donde, según las autoridades sanitarias, decenas de pacientes, también bebés, han fallecido por culpa de la falta de suministro eléctrico y los combates.

El asedio del hospital se inició hace más de cuatro días y ha derivado en el colapso definitivo de la atención médica, después de que el centro haya confirmado la suspensión de sus actividades por falta de suministros. El personal ha denunciado un bloqueo por parte de los militares y la muerte de más de una treintena de pacientes en estos últimos días, entre ellos tres bebés prematuros.

Según la agencia Efe, habría además 36 bebés en incubadoras y enfermos que necesitan diálisis en riesgo inminente de muerte. En Al Shifa, según estimaciones de la ONU, quedarían al menos 600 pacientes, entre 200 y 500 trabajadores y 1.500 desplazados.

Un cirujano de Médicos Sin Fronteras ha denunciado además que ante la puerta del hospital hay "cadáveres y heridos" y que se producen ataques contra "ambulancias y pacientes que intentan huir", tal y como ha señalado su organización en un comunicado. "No tenemos electricidad. No hay agua en el hospital. No hay comida. La gente que depende de respiradores morirá en unas horas si estos siguen apagados", advertía, denunciando que un francotirador abrió fuego contra los pacientes que intentaban abandonar la zona.

Israel dice que Hamás tenía una base en un hospital pediátrico

Israel, por su parte, sostiene que bajo este hospital hay túneles de Hamás y que los milicianos están usando a los pacientes como escudos humanos, algo que la organización niega. El Ejército israelí ha asegurado también que está coordinando el traslado de incubadoras a Gaza para posiblemente evacuar a recién nacidos del hospital.

Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha incidido en que "los hospitales deben ser protegidos": "Mi esperanza y mi expectativa es que haya una acción menos intrusiva relativa a los hospitales", indicaba el mandatario en declaraciones a la prensa este lunes, antes de que la Casa Blanca matizara sus comentarios.

Precisamente este lunes, el Ejército de Israel divulgó fotos y vídeos de lo que dijo eran armas almacenadas por Hamás en un hospital pediátrico especializado en tratamiento oncológico. Hamás, por su parte, ha aseverado en su canal de Telegram que el vídeo muestra "escenas fabricadas" para engañar a la opinión pública y justificar los ataques a hospitales.

El Ejército israelí ya ordenó la evacuación de los hospitales del norte de la Franja, pero la OMS declaró que eso equivalía a una sentencia de muerte por el colapso del sistema médico y puesto que los hospitales del sur no tienen en absoluto capacidad para recibir a los pacientes evacuados.

La OCHA denuncia además que Israel sigue "llamando y ejerciendo presión" en los residentes del norte para que se desplacen al sur, algo que han hecho unos 200.000 en la última semana, lo que eleva a más de 1,7 millones los desplazados internos en Gaza.