Si bien eran cigarrillos ilegales, los contrabandistas pretendían declarar su mercancía como desechos de plástico, precisó la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude en un comunicado.
Con el objetivo de identificar al receptor, el cargamento no fue sometido a controles y se le permitió abandonar el puerto de la Ciudad Condal, de modo que finalmente se practicaron tres arrestos y se decomisaron 3,7 millones de cigarrillos.
En julio, tras la llegada al puerto de Valencia de un barco en el que los contrabandistas aseguraban transportar zapatos de plástico, se detuvo a otras nueve personas y se requisaron nueve millones de cigarros.
A finales de ese mismo mes, la OLAF transmitió información a los servicios de Aduanas de España sobre un envío "sospechoso" procedente de Emiratos Árabes Unidos con destino al Aeropuerto de Barcelona-El Prat que dio lugar a la incautación de 1,8 millones de cigarros.
Además, en el puerto de Amberes (Bélgica) los agentes de Aduanas decomisaron 90 millones de cigarrillos procedentes de Egipto, mientras que la Policía fronteriza rumana detuvo a seis individuos y retiró de circulación 1,2 millones de cigarros a finales de junio.