El presidente de EEUU, Barack Obama, ha creado la mayor área protegida del mundo, una extensión marina de un millón y medio de kilómetros cuadrados, al ampliar el ya existente Monumento Nacional Papahanaumokuakea, en el archipiélago de Hawai.
El Monumento Nacional Papahanaumokuakea fue creado en 2006 por el entonces presidente George W. Bush y declarado en 2010 Patrimonio Mundial de la UNESCO, pero ahora Obama ha cuadruplicado su tamaño original. La zona protegida, en el noroeste del archipiélago, supera el millón y medio de kilómetros cuadrados de tierra y agua, el doble del tamaño del estado de Texas.
El ecosistema "único" del monumento es el hogar de unas 7.000 especies marinas y terrestres, entre ellas tortugas y focas en peligro de extinción, así como del coral negro, que puede vivir más de 4.500 años. Además, la zona tiene "gran importancia cultural para la comunidad nativa de Hawai y una conexión con la primitiva cultura polinesia digna de protección y comprensión", según ha destacado Obama.
La Casa Blanca ha enfatizado que la ampliación del monumento servirá para combatir algunos efectos del cambio climático como "la acidificación y el calentamiento" del océano, y creará un "laboratorio natural" que permitirá a los científicos estudiar su impacto en ecosistemas frágiles.
En el área protegida se prohibirá la explotación de todo tipo de recursos, como la pesca comercial o la extracción de minerales, aunque las poblaciones nativas sí podrán seguir pescando con un permiso especial.
El lugar tiene también relevancia histórica, puesto que fue escenario de la batalla naval de Midway, una de las más importantes de la Segunda Guerra Mundial, y en él hay restos del naufragio de embarcaciones y aviones derribados.
Obama, que pasó en el archipiélago parte de su infancia y adolescencia, visitará el monumento para hablar de cómo "la amenaza del cambio climático hace más importante que nunca la protección de tierras y aguas públicas", de acuerdo con la Casa Blanca.
Durante sus casi ocho años en la Casa Blanca, Obama ha protegido más kilómetros cuadrados de tierras y agua que ningún otro presidente de la historia de EEUU.