El refugiado que ha fallecido es un iraní de 23 años de edad, llamado Omid, que se inmoló el martes pasado tras gritar: "Estamos cansados, esta acción les probará lo cansados que estamos". La inmolación coincidió con la visita al centro de detención de Nauru de tres representantes del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), quienes presenciaron los hechos.

No es la primera vez que inmigrantes retenidos en ese centro se han autolesionado o intentado hacerlo en protesta por el trato que reciben y a principios de mes se produjeron unas protestas muy violentas. El ACNUR critica desde hace tiempo las condiciones "inhumanas" que existen en los centros de detención que Australia mantiene en Nauru y Papúa Nueva Guinea.

Estos emplazamientos fueron creados por el Gobierno conservador del primer ministro John Howard en 2001 con la llamada 'Solución del Pacífico', que buscaba desviar a terceros países de la región el creciente flujo de "sin papeles" que intentaban alcanzar las costas australianas.

En 2008, el Gobierno laborista del primer ministro Kevin Rudd los cerró pero su sucesora y compañera de partido, Julia Gillard, los reabrió en 2012. Miles de emigrantes se embarcan cada año en Indonesia para pedir asilo en Australia, pero la mayoría son interceptados por los guardacostas australianos y reubicados en terceros países.

Muchos de las personas que viajan a Australia huyen de conflictos como los de Afganistán, Darfur, Pakistán, Somalia y Siria, y otros escapan de la discriminación, como las minorías rohinyá de Birmania (Myanmar) y bidún de la región del Golfo Pérsico.