La Policía científica italiana encontró nuevos fragmentos óseos en el mismo lugar de la Nunciatura de Roma donde se halló un esqueleto humano.

El experto, elegido por el Vaticano para seguir el examen de los restos óseos descubiertos, dijo que los agentes acudieron a la sede diplomática de la Santa Sede en Italia para buscar nuevas pruebas en el lugar en el que fue hallado el esqueleto. Fue entonces cuando gracias a nuevas excavaciones se encontraron otros fragmentos que, subrayó, ahora "deben ser estudiados".

La aparición de este esqueleto ha hecho especular sobre si podría tratarse de Emanuela Orlandi, la hija de un empleado vaticano que desapareció en 1983 a los 16 años, uno de los grandes misterios de Italia y de la Santa Sede.

Ante la expectación suscitada, el experto insistió en que por el momento la investigación sigue abierta y no constan elementos que permitan una primera identificación de los restos. Sin embargo sostuvo que el cráneo, "aunque no está bien conservado, está". Por ello llamó a la calma e insistió en que se deberá esperar a que concluyan las pruebas genéticas, para lo que se necesitarán "algunos días".