Con la llamada "Declaración de Bérgamo", Estados Unidos, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, Japón y Canadá destacan y promueven el papel de la "cooperación agrícola" para poder llegar a este objetivo, ya que "la mayoría de las personas que sufren hambruna se encuentran en áreas rurales".

El ministro anfitrión, Maurizio Martina, explicó en la rueda de prensa final que existe "el compromiso para aumentar los esfuerzos para favorecer la productividad sostenible sobre todo en África".

También se abordó en los dos días de reunión "la defensa de las rentas de los agricultores ante la crisis debido al cambio climático, y se dio el mandato a la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para que estudie acciones".

La protección de la renta de los agricultores y la mayor cooperación agrícola con África son dos de los cinco puntos aprobados en la declaración de la reunión del G7 de Agricultura. El resto son una "mayor transparencia en los precios de los alimentos" para defender el papel de los agricultores sobre todo ante la crisis de los mercados y la volatilidad de los precios.

También se firmó un compromiso para "reforzar las normas y las acciones para reducir el desperdicio de alimentos, que supone un tercio de la producción alimentaria mundial". Y para la adopción de políticas concretas "para garantizar la trazabilidad de los productos y el desarrollo de sistemas productivos vinculados al territorio".

Algunos de los ministros del G7 viajarán a Roma para participar en la FAO al Día Mundial de la Alimentación. Entre ellos están Maurizio Martina (Italia), Sonny Perdue (EEUU), Lawrence MacAulay (Canadá) y Stéphane Travert (Francia), al tiempo que se espera la presencia del comisario europeo de Agricultura y Desarrollo Rural, Phil Hogan.