Dijo que durante los dos años que ha permanecido en el Ejecutivo, había tratado de convencer a Hollande de "rechazar para nuestro país las respuestas excesivas", y que como no lo ha logrado, "los resultados están ahí. Francia está parada y el desempleo continúa su progresión".

"Se sabe -afirmó- que las políticas de austeridad, de subidas de impuestos o de reducción del gasto público decididas por los gobiernos son ahora las causas de la prolongación y del agravamiento inútil de la crisis" en Europa. "El mundo nos suplica, incluso, que cesemos estas políticas de austeridad absurdas que siguen hundiendo la zona euro en la recesión y pronto en la deflación", añadió.

Según su análisis, la crisis "es una de las consecuencias de las decisiones políticas erróneas soportadas por los ciudadanos europeos a causa de decisiones de poderes como el Banco Central Europeo (BCE), la Comisión Europea o los Estados miembros".

El todavía por unas horas ministro de Economía en funciones, que es uno de los líderes del ala izquierdista del Partido Socialista, insistió en que "hay que tener el valor intelectual y político de decir que las políticas de austeridad agravan el déficit donde deberían reducirlo". Y que, además, "son injustas porque afectan a las clases populares y medias en forma de subidas e impuestos" y llevan a los ciudadanos a rechazar la construcción europea y a "abrazar los partidos extremistas".

"Empecinarse en este camino conduciría a poner en riesgo la República", advirtió antes de apostillar que su responsabilidad es "proponer respuestas alternativas" porque "hay otros caminos para Francia y para Europa". Montebourg agradeció el apoyo recibido estos últimos días en su polémica abierta con Hollande y Valls por otros dos ministros, el de Educación, Benoît Hamon, y la de Cultura, Aurélie Fillipetti, que también van a dejar sus puestos.

Fillipetti, en una carta a Hollande y a Valls, justificó su abandono del Ejecutivo porque más allá de su "deber de solidaridad", prefiere "la lealtad a mis ideales" porque tiene "un deber de responsabilidad con los que hicieron lo que somos", en alusión a sus electores. El primer ministro ha estado recibiendo durante todo el día a los ministros en funciones y a otros altos responsables de la mayoría con vistas a conformar un nuevo gabinete encargado de mantener la línea política que Hollande ha subrayado en los últimos días que va a continuar, pese a las críticas del ala izquierda de su partido.

Se trata, en particular, de la rebaja de cotizaciones sociales a las empresas en 30.000 millones de euros y algunas otras reducciones de impuestos, que se financiarán con una disminución del gasto público de 50.000 millones de euros en los tres próximos años.