La representante del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Yemen, Meritxell Relano, dijo por teléfono desde Adén, que si no se abren los puertos y aeropuertos inmediatamente "solo habrá combustible para un mes", lo que repercute en el funcionamiento de hospitales y en el sistema de distribución y tratamiento de agua, y provoca la proliferación de enfermedades. El precio del combustible existente ha aumentado ya en más de un 60 % en el país, que tiene que importar todo el carburante, dijo. "Si no llega inmediatamente combustible, por ejemplo el programa de saneamiento y tratamiento de agua de Unicef ante el brote de cólera puede verse afectado", recalcó Relano.

"Esto puede afectar a casi 6 millones de personas que viven en distritos con un elevado riesgo de cólera", afirmó. Yemen sufre el peor y más grande brote de cólera del mundo, añadió la portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Fadéla Chaib en la rueda de prensa bisemanal de la ONU. A fecha de 5 de noviembre había 908.400 casos sospechosos de cólera y 2.192 muertes en 22 gobernaciones de 23 desde que estalló el brote el 27 de abril. "Hemos tenido avances en la lucha contra el cólera y ha habido menos muertes, pero sufriremos un importante revés si no tenemos pleno acceso a todas las áreas afectadas", advirtió.

Sin combustible, los sistemas de suministro y las plantas de tratamiento de agua tendrán que parar su funcionamiento y entonces "el riesgo e impacto es inimaginable en términos de enfermedades", subrayó a su vez Relano. La falta de combustible también pone en riesgo el funcionamiento de las cámaras de frío y las vacunas almacenadas, que pueden resultar dañadas. "Si se bloquea la entrada de vacunas a Yemen (...) al menos 1 millón de niños menores de un año correrán el riesgo de contraer enfermedades, entre ellas el sarampión y la polio", alertó.

"Las reservas actuales de vacunas solo durarán un mes más", añadió, y la falta de medicinas empeorará además el brote de difteria detectado, señaló. Hasta el momento hay 87 casos sospechosos de difteria, explicó. Chaib también confirmó que los suministros médicos de la OMS se encuentran en niveles "críticamente bajos", y el lunes se le impidió transportar al país 250 toneladas de material médico, como instrumentos quirúrgicos, maquinas para las anestesias, incubadoras, pastillas para purificar el agua y otros productos esenciales.

A la OMS le preocupa especialmente las pocas reservas de material para curar traumatismos, ya que solo tiene suficiente para unas 2.000 intervenciones quirúrgicas, pero por la intensificación del conflicto armado los médicos ya han tratado a cientos de personas en las últimas semanas solamente. Además de las enfermedades, unos 7,7 millones de yemeníes están al borde de la hambruna, de los que la mitad son niños. "Si el puerto de Al Hudayah no se reabre, no entran alimentos y las ya de por sí elevadas tasas de malnutrición solo empeorarán", dijo Relano. Un total de 2,2 millones de niños sufren malnutrición moderada aguda y de ellos 400.000 malnutrición severa aguda, señaló