La marcha, convocada por la iglesia católica, fue igual o incluso más multitudinaria que la histórica manifestación celebrada el pasado lunes. La concentración abarrotó diversas calles y avenidas en su paso hacia la catedral de Managua pese al calor sofocante que hoy registraba la capital nicaragüense.

Entre la multitud participaron diversos representantes de la Conferencia Episcopal, la empresa privada y los estudiantes, muchos de los cuales estarán presentes en las negociaciones con el Gobierno.

Precisamente, el cardenal Leopoldo Brenes, en su discurso ante los peregrinos, recordó que la iglesia será mediadora y garante para lograr acuerdos pero lanzó una seria advertencia a los interlocutores.

"Al mes de instaurado este diálogo, haríamos un alto para valorar la voluntad, la implementación, y el cumplimiento serio y real de los acuerdos a los que hayan llegado las partes, (...) si no se están dando esos pasos, informaríamos al pueblo, y les diríamos que así no podemos seguir, que no se pudo", dijo el presidente de la Conferencia Episcopal.

La caminata estuvo marcada por un colorido azul y blanco patente tanto en las camisetas de los participantes como, sobre todo, en las miles de banderas de Nicaragua que ondeaban al viento.

Durante esta marcha pacífica, los ciudadanos portaron proclamas de paz, carteles reclamando justicia y numerosas fotografías de las diferentes víctimas que perdieron la vida en los enfrentamientos violentos registrados la semana pasada.