Miles de afganos están colapsando la frontera de Pakistán para volver a su país cuando está a punto de finalizar el plazo fijado por el gobierno de Islamabad para volver a su país. Pakistán amenazó con expulsar forzosamente a los 1,73 millones de afganos que residen en el país.

El 1 de noviembre concluye el ultimátum que Pakistán dio el pasado 3 de octubre a los extranjeros indocumentados para que abandonasen el país si no querían ser expulsados por la fuerza. Este elevado numero de afganos ha generado grandes esperas en los principales cruces entre Pakistán y Afganistán, con colas kilométricas de camiones llenos de afganos saliendo del país.

Esta decisión se tomó después de que el ministro del Interior paquistaní, Sarfraz Bugti, revelara que 14 de los 24 atentados suicidas perpetrados en el país este año fueron llevados a cabo por afganos. Pakistán y Afganistán comparten miles de kilómetros de frontera en la que hasta ahora miles de personas la han estado cruzando sin visado, pero que tras la fecha límite las autoridades paquistaníes empezarán a solicitar estos documentos.

Y en el último día antes del inicio de la deportación, la frontera ha colapsado. Además, las empresas de transporte han subido los precios para llevar a los migrantes a las fronteras, como explicó uno de ellos a Efe: "Nos cobraron 200.000 rupias paquistaníes (unos 711 dólares) desde Peshawar a Jalalabad (Afganistán)".

El atasco en la frontera se suma a la falta de comida y refugios en la frontera, aun a sabiendas de la enorme cantidad de gente que iba a acudir allí estos días, un vacío que ha sido aprovechado por los lugareños de los pueblos cercanos para abrir tiendas improvisadas para sacar un beneficio extra

La organización internacional Human Rights Watch (HRW) señaló que el Gobierno paquistaní está utilizando "amenazas, abusos y detenciones" para obligar a los afganos indocumentados a regresar. "Los amplios llamamientos de las autoridades paquistaníes a favor de una deportación masiva han instigado un aumento de los abusos policiales contra los afganos, incluidos acoso, agresiones y detenciones arbitrarias", lamentó HRW, que recordó que muchos de ellos están esperando una solicitud de asilo para trasladarse a otros países.