El bloque conservador alemán liderado por la canciller, Angela Merkel, ha alcanzado un acuerdo con el Partido Socialdemócrata para gobernar los próximos cuatro años en una "gran coalición", según avanzaron los medios locales tras una larga noche de negociaciones. La Unión Cristianodemócrata (CDU), su ala bávara de la Unión Socialcristiana (CSU) y el Partido Socialdemócrata (SPD) cerraron el pacto tras más de un mes de reuniones y más de dos meses después de que Merkel lograra una rotunda victoria en las elecciones generales, que le dejó a cinco escaños de la mayoría absoluta.
El último escollo que deberá superar este acuerdo será la consulta a la militancia socialdemócrata, ya que el principal partido de la oposición se comprometió a someter a sus más de 470.000 afiliados un eventual pacto de coalición. Si pasa esa prueba el próximo 14 de diciembre, Merkel podrá ser investida por el Bundestag el 17 del mismo mes con el voto de 504 de los 631 diputados de la cámara baja.
El acuerdo de gobierno, del que se han ido filtrando a la prensa sucesivos borradores, consta de más de 170 páginas e intenta dar respuesta a las principales reivindicaciones de los tres partidos, por lo que se asumen compromisos por valor de miles de millones de euros. No obstante, como dejó claro Merkel antes de iniciar las conversaciones, para financiar esas iniciativas no habrá subida de impuestos en el país.
El pacto incluye mejoras en pensiones y dos de los puntos claves para el SPD: un salario mínimo interprofesional de 8,5 euros por hora fijado por ley a partir de 2015 y un compromiso para permitir la doble nacionalidad.
La CSU de Baviera consiguió también la aprobación el próximo año de un peaje para los vehículos extranjeros en las autopistas alemanas, siempre que esa viñeta respete la legislación europea y no suponga una sobrecoste para los conductores alemanes.
Está previsto que en unas horas los líderes de los tres partidos presenten en público los detalles del pacto, que, a pesar de las quinielas que ya airean los medios locales, pospone el reparto formal de los ministerios hasta conocer el resultado de la consulta socialdemócrata. Será la segunda vez que Merkel lidere una gran coalición de gobierno, fórmula que ya encabezó en su primera legislatura (2005-2009) y que supuso para el SPD una sangría de votos en las siguientes elecciones generales que se celebraron en el país.
En la última legislatura Merkel optó por gobernar con los liberales del FDP, formación que en los comicios del 22 de septiembre quedó fuera del Bundestag al no superar el 5 por ciento de los votos exigidos para entrar en la cámara.
Si se formaliza la gran coalición, en la oposición sólo quedarán La Izquierda, partido que aglutina a los postcomunistas y disidentes del SPD, con 64 escaños; y los Verdes, con 63, con quienes Merkel también barajó gobernar en un inicio.