El Gobierno iraní no logra contener unas protestas por la muerte de Mahsa Amini que ya dejan tres muertos y multitud de heridos, tras una nueva noche de manifestaciones y choques con las fuerzas de seguridad a lo largo del país.
Las protestas comenzaron tímidamente el viernes tras conocerse la muerte de Mahsa Amini tras ser detenida por la Policía de la moral por llevar mal el velo y se han ido extendiendo, cada vez mayores, en más puntos del país y más violentas desde entonces.
Ni la represión policial, que está usando materiales antidisturbios; ni las promesas del presidente, Ebrahim Raisí, de que se investigará a fondo la muerte de Amini; ni el envío de emisarios del líder supremo de Irán, Ali Jameneí, a la familia de la fallecida parecen suficientes para poner fin a las protestas.
Así, el país persa vivió anoche una nueva jornada de protestas a lo largo del país, las mayores en años. Los medios estatales informaron de manifestaciones en “limitadas” ciudades del país, donde se lanzaban proclamas contra el Gobierno y se atacó a la Policía, según las versiones oficiales.
Pero los vídeos compartidos en redes sociales por periodistas y activistas iraníes mostraba duros choques en numerosas provincias, unas imágenes cuya autenticidad no está verificada.
En la ciudad de Kerman, en el sureste de Irán, una joven se cortó el pelo mientras a su alrededor otros manifestantes gritaban "muerte al dictador”. En otros vídeos se ve a mujeres tirando sus velos a hogueras callejeras, en un gesto que ya se ha convertido en símbolo de las protestas. De nuevo, los manifestantes gritaron un día más "Justicia, libertad y no al hiyab obligatorio" y "Mujeres, vida, libertad”.
"Enemigos del sistema"
Mientras tanto, las autoridades han confirmado la muerte de al menos tres personas en los choques, en la provincia del Kurdistán iraní, de donde era originaria Amini, y señalado a elementos extranjeros.
"Las investigaciones muestran que estas personas fueron asesinadas a tiros por los enemigos del sistema y con armas que ninguno de los miembros de seguridad de la provincia utiliza”, dijo el gobernador de la provincia del Kurdistán, Esmaíl Zareí Kusha.
Por su parte, el gobernador de Teherán, Mohsen Mansouri, se sumó a acusar a enemigos extranjeros de las protestas. "Las trazas de la intervención de embajadas extranjeras y de servicios (de inteligencia) extranjeros son claramente visibles", aseguró, según la agencia Fars.
Mansouri afirmó que han sido arrestados "tres extranjeros" por su participación en las protestas, aunque no desveló sus nacionalidades. Amini fue detenida el martes de la pasada semana por la llamada Policía de la moral en Teherán, donde se encontraba de visita, y trasladada a una comisaría para asistir a "una hora de reeducación" por llevar mal el velo.
Horas más tarde era ingresada en el Hospital Kasra de la capital en coma tras sufrir un ataque al corazón, y murió el viernes. En un primer momento, las autoridades afirmaron que la joven sufría problemas de salud, pero la familia lo ha negado.
El jefe de la Policía de Teherán, Hossein Rahimi, calificó el lunes la muerte de Amini como "un incidente desafortunado" y afirmó que es falso que la joven fuese golpeada o maltratada bajo custodia policial.
El Gobierno del ultraconservador presidente de Irán, Ebrahim Raisí, ha aumentado en los últimos meses la presión para que las mujeres cumplan con las estrictas reglas de vestimenta. El velo es obligatorio desde la revolución de 1979 liderada por el ayatolá Ruholá Jomeiní, quien declaró que sin él las mujeres estaban “desnudas".