Estaban celebrando la liturgia del Domingo de Ramos en la iglesia de San Jorge de Tana, al norte de Egipto, cuando de repente una bomba estalla en su interior, adosada a uno de los bancos cerca del altar. Mataba a 25 personas y más de 50 resultaban heridas en este brutal ataque.

Carreras para ponerse a salvo, pánico y mucha confusión entre los fieles que se encontraban en el lugar del atentado. Otro artefacto explotaba en la iglesia de San Marcos, en Alejandría. Un terrorista suicida se ha inmolado en su interior.

Oleada de ataques que azotan Egipto a 20 días de que el papa Francisco visite el país. Todo apunta a que Daesh estaría detrás de estos ataques, aunque nadie ha reivindicado la autoría de los hechos.

La comunidad cristiana en Egipto es uno de sus objetivos, es la minoría religiosa más discriminada en el país y contra la que ya han atentado en numerosas ocasiones: la última y la más sangrienta, el pasado mes de diciembre en otra iglesia de El Cairo, donde murieron 25 personas y cientos resultaron heridas.

DAESH REIVINDICA EL ATENTADO

Daesh asumió a través de su agencia de información Amaq, la autoría de los atentados contra dos iglesias de Egipto. En un breve comunicado difundido por varios activistas en redes sociales y cuya veracidad no ha podido ser comprobada, Amaq asegura que la acción fue lanzada por un "grupo de seguridad perteneciente al Estado Islámico".