17 bebés nacidos por gestación subrogada escondidos en un refugio improvisado del sótano de un edificio de Kiev son el rostro de la vulnerabilidad extrema en la guerra en Ucrania. Sus futuras familias no han podido entrar en el país desde que comenzó el conflicto y sus madres biológicas, quienes les han gestado, han huido tras dar a luz.

Según las autoridades ucranianas, al menos 109 menores han muerto durante la guerra. Los niños son las víctimas más vulnerables del conflicto y, entre ellos, los nacidos de vientres de alquiler. Sobreviven a una situación extrema, y su vulnerabilidad es doble: tras nacer en plena guerra, tienen que sobrevivir sin una familia y atrapados en un limbo en el que legalmente ni existen.

Al menos 17 bebés están en esta situación en un refugio secreto a las afueras de Kiev. Nacieron en diferentes hospitales de maternidad de la capital y han sido puestos a salvo en un refugio común por su seguridad. Allí les cuidan algunas enfermeras, mujeres se resisten a huir y abandonarles a su suerte.

Tres enfermeras cuidan y alimentan a los 17 bebés nacidos por gestación subrogada refugiados en Kiev

Ucrania es uno de los pocos países que ofrece servicios de maternidad subrogada a extranjeros. Parejas de Estados Unidos, América del Sur y Europa recurren a esta industria. De hecho, se estima que actualmente hay unas 500 mujeres en Ucrania con embarazos subrogados para clientes extranjeros.

Sus futuras familias ya deberían haberles recogido de Ucrania para trasladarles a sus propios países, pero la guerra lo impide. Así, esperan en pequeñas cunas de plástico mientras su subsistencia depende de apenas tres enfermeras.

El refugio en el que permanecen 17 bebés nacidos por gestación subrogada

Además, la ciudadanía de los recién nacidos no está clara, al igual que la cuestión de quiénes son sus tutores legales, ya que, según la ley ucraniana, sus padres biológicos deben estar presentes para confirmar su nacionalidad.