La presidenta del Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, cuyo partido ganó las europeas del domingo en Francia, reclama al presidente, el socialista François Hollande, que convoque elecciones legislativas y también que pare la negociación del tratado transatlántico.
"Reclamo la disolución de la asamblea, que no es en absoluto representativa", subrayó en una entrevista radio-televisada por "RMC" y "BFM TV" Le Pen, que consideró que a la vista de los resultados en los comicios europeos, "hay que poner el poder en manos del pueblo y la única forma es disolver la cámara" y establecer un sistema proporcional para designar a los nuevos diputados.
La líder ultraderechista fue más lejos al señalar que "si se tiene en cuenta la abstención" que hubo el domingo (un 57 % del cuerpo electoral) y que el Partido Socialista se quedó con apenas un 14 % de los votos, Hollande "no tiene ninguna legitimidad" y "entonces el presidente de la República tiene que dimitir".
En el terreno europeo, exigió "parar el tratado transatlántico" que negocian los Veintiocho y Estados Unidos, y también que Francia imponga su veto a una eventual entrada de Turquía en la Unión Europea (UE) y que el Gobierno, contra las reglas europeas proceda a "la nacionalización de Alstom para salvar a esta empresa estratégica francesa".
Que el jefe del Estado tomara esa lista de medidas "sería una forma de admitir que ha perdido duramente las elecciones europeas", señaló. Le Pen avanzó que los 24 diputados conseguidos por su partido en el Parlamento Europeo "van a oponerse al tratado transatlántico", "a cualquier nueva cesión de soberanía" a las instancias europeas, "a cualquier nueva política de austeridad" y "van a defender Francia".
Preguntada sobre con quién va a aliarse para formar un grupo parlamentario, aludió a partidos de extrema derecha de Hungría y Grecia, y en general con "una serie de movimientos que están interesados" en "impedir cualquier nuevo avance de la Europa federal" porque su voluntad es "restituir el poder al pueblo francés".
La presidenta del FN, que se mostró confiada en poder ganar los comicios presidenciales franceses previstos en 2017, "creo que es posible que salga elegida", calificó de "estratosférica" la intervención televisiva de Hollande, que dijo que no iba a cambiar de dirección política y que mantenía su intención de reorientar la UE hacia el crecimiento.
Dijo que le parece "escandaloso (...) un presidente que habla para no decir nada", "para insultar a un cuarto de los electores, en alusión al 24,85 % de los votos logrados el domingo por el FN, y sobre todo que reitere que "no va a cambiar en función de las circunstancias".
"El voto del pueblo soberano no es una circunstancia", sino que "cuando el pueblo habla, se le escucha", señaló, antes de citar como contraejemplo al primer ministro británico, David Cameron, que después de haber salido derrotado el domingo por el antieuropeo Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP), ha exigido que ese mensaje sea tenido en cuenta por la UE.