Ningún camión de ayuda humanitaria ha entrado en Gaza24 horas después del acuerdoque el presidente estadounidense, Joe Biden, anunciaba tras su encuentro con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. Ninguno. La promesa, de momento, no se ha cumplido.

Prometió, concretamente, la entrada por el Paso de Rafah de 20 camiones con agua, alimentos y medicinas para este jueves. En teoría, el motivo por el que no ha entrado ni un solo camión es que la carretera que conecta Egipto con la Franja de Gaza está destrozada por los bombardeos. Desde el lado egipcio ya está siendo reparada para que comience a funcionar.

Pero esa ayuda, que está por llegar, es del todo insuficiente, tal y como denuncian las ONG. Son solo 20 camiones para 2.200.000 palestinos. Esto se traduce en que el contenido de cada camión tendría que repartirse entre 110.000 personas, una cantidad ridícula. Para hacernos una idea, en el mes de agosto entraron en Gaza 12.000 camiones cargados de bienes de consumo.

Además, estos convoys de ayuda no podrán entrar con combustible, esencial para los hogares y hospitales de la zona, donde ya no hay electricidad. Así que además de limitada, la ayuda tiene muchas condiciones. Por lo pronto, el Gobierno de Israel ha advertido que si es interceptada por Hamás, no permitirán la entrada de más camiones.

Los gazatíes tampoco pueden salir de su tierra, huir de las bombas, porque ningún país les quiere acoger. El Rey Abdallah de Jordania y el presidente egipcio, Abdelfatah El-Sisi, han escenificado esta negativa a servir de refugio para los gazatíes. Ambos se han reunido para dejar claro que no abrirán las fronteras de sus países para ellos.

En este contexto, el ministro de Defensa de Israel ha trasladado a las tropas un mensaje muy clarificador: les ha prometido que pronto entrarán en Gaza, que verán la Franja desde dentro, dando a entender que la incursión por tierra del Ejército israelí se hará pronto.

Mientras tanto, al norte de Israel, en Líbano la situación se está calentado. Por eso, Joe Biden ha pedido a sus compatriotas residentes allí que abandonen el país cuanto antes. Y ya han hecho lo mismo otros países como Reino Unido, Australia, Canadá o Arabia Saudí.