Guerra en Ucrania

De llamar "hombre de paz" a Putin a tachar sus matanzas de "error": las piruetas de Trump para justificar a Rusia

El contexto
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha asegurado este lunes que Vladimir Putin es "el culpable número uno" de la guerra en Ucrania. Es la primera vez que responsabiliza directamente a Moscú del conflicto.

Donald Trump y Vladímir Putin en una imagen de archivo
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"Me han dicho que ha sido un error". Con esas palabras ha definido el presidente estadounidense, Donald Trump, el brutal bombardeo ruso que ha dejado al menos 35 muertos en la localidad ucraniana de Sumi. Esta banalización de la matanza perpetrada por Rusia es un paso más de la estrategia del líder republicano para justificar a Vladimir Putin.

Trump nunca ha escondido su buena relación con su homólogo ruso. De hecho, la utilizó en campaña para prometer que, si llegaba a la Casa Blanca, acabaría con la guerra en Ucrania "en tan solo 24 horas", algo que no ha sucedido. No obstante, asegura que el fin del conflicto está cerca porque tiene "buenas sensaciones con Rusia".

Durante los últimos meses ha tratado de transmitir esas "buenas sensaciones" al pueblo estadounidense, llegando a calificar a Putin como "un hombre comprometido con la paz". "Creo que él quiere la paz. Creo que el presidente Putin la quiere, he hablado con él ayer. Lo conozco muy bien y creo que quiere la paz", dijo el pasado 13 de marzo en una comparecencia ante los medios de comunicación.

Y mientras ha edulcorado la figura de Putin, Trump se ha encargado de demonizar a Zelenski, al que ha acusado de "jugar con la tercera guerra mundial" en una encerrona televisada que muchos analistas aseguraron que suponía el fin del orden geopolítico surgido en 1945.

De hecho, ha llegado a llamar "dictador sin elecciones" al presidente ucraniano, mientras que ha elogiado a un Putin que, en la práctica, no tiene oposición en Rusia y que ha encarcelado a centenares de disidentes por protestar contra la masacre en Ucrania.

Ahora, Trump ha catalogado al líder del Kremlin como "el culpable número uno" de la guerra en Ucrania y ha asegurado que "nunca debió empezarla", responsabilizándole por primera vez del conflicto que mantiene en vilo a Europa. Quizá este mensaje suponga un cambio de rumbo en el conflicto y en una relación que, hasta ahora, parecía idílica entre Washington y Moscú.