Los venezolanos se pelean en los supermercados por la poca comida que queda. Es el lastre económico de la era Chávez que ha obligado a Maduro a tener que importar 760.000 toneladas de alimentos de Uruguay, Argentina y Brasil. Venezuela recibirá el primer envio, 20 millones de rollos de papel higiénico, el viernes 17 de mayo, en un momento en el que su petróleo ya no soluciona nada.

Los venezolanos viven cada día una auténtica carrera de fondo con el único fín de conseguir alimentos. El pollo ya está aquí, hay quien dice que incluso los primeros podrán llevarse además un poco de harina. La gente está nerviosa y descontrolada. Algunos hasta dan gracias a Chávez por el milagro sin saber que su política económica está detrás del desastre.

Los pedidos de comida llegan a cuenta gotas y el exterior de los supermercados se han convertido en un auténtico ring de boxeo. Dos mujeres se pegan por un poco de leche, una de ellas tiene un niño y está desesperada.

Dentro de los supermercados sucede lo mismo. Pollo volando, golpes, patadas, todo lo que haga falta para llevarse un buen botín ya que no saben cuando podrán volver a tener alimentos. El caos es tal que los empleados se desentienden y la policía intenta controlarlo sin éxito, pero no es suficiente.

Venezuela está mal. En los 10 años de Chávez ha habido demasiadas nacionalizaciones mal gestionadas, además de poca inversión en la producción local.

Ahora encontramos el porqué de la mega gira que Maduro hizo por diferentes países de America del Sur. El presidente preveía la catastrofe y viajó entre risas y promesas de petróleo a precio de saldo para conseguir alimentos.

En esta gira ha conseguido 760.000 toneladas de alimentos además del primer cargamento de  20 millones de rollos de papel higiénico. Lo único que sostiene al país son los cerca de 3 millones de barriles de petróleo que generan cada día, pero ni eso es ya suficiente para alimentar a la población.