Una semana después del paso del huracán Dorian por las islas Bahamas, puede verse la destrucción que este dejó en el archipiélago caribeño, donde miles de personas siguen sin poder salir de las zonas afectadas.
La cifra oficial de muertos es de 44 personas, según ha confirmado el ministro de Salud Duanes Sands, quien ha insistido en que el número subirá "significativamente" y que los cadáveres de algunas personas nunca podrán ser recuperados, pues estas fueron arrastradas a alta mar.
Un total de 36 se produjeron en las Ábaco, donde residen unas 17.000 personas, y ocho en Gran Bahama, donde lo hacen alrededor de 51.000. No obstante, se espera encontrar muchas más bajo los escombros, además de los cientos de desaparecidos.
Un total de 274 fuerzas de la Defensa de Bahamas y la Policía se encuentran en Ábaco, y 666 en Gran Bahama, acompañados por personal de la Guardia Costera de Estados Unidos y personal de varias ONG, entre otros. Desde que se iniciaron las labores de rescate ya ha salvado a 308 personas.
Por otro lado, los que todavía no pueden salir se enfrentan a la falta de comunicaciones, electricidad, combustible, seguridad y agua potable. Además, no pueden acceder ni a sus viviendas ni a sus pertenencias.
Las zonas más afectadas en Ábaco han sido las comunidades de Cayo Tesoro, Puerto Marsh y el Cayo de Man-O-War, así como la isla de Moore; mientras que en Gran Bahama, High Rock, residida mayoritariamente por haitianos, prácticamente no existe.
Según ha asegurado el exprocurador general de las Bahamas, Alfred Sears, en una carta abierta al primer ministro, Hubert Minnis, el proceso de rescate de supervivientes al huracán Dorian se está llevando a cabo de forma dispar, lenta y discriminatoria. "Parece que no hay justicia para los pobres en las Bahamas", ha declarado.
La Guardia Costera estadounidense ha comunicado ya que todos los puertos marítimos de Ábaco y Gran Bahama han sido reabiertos y han recibido el visto bueno para la llegada de grandes embarcaciones que, tal y como ha indicado Minnis, permitirá acelerar el proceso de rescate.