"Está siendo medicado"
Jair Bolsonaro, estable tras ser ingresado de urgencia al sufrir dolores en la zona en la que fue apuñalado en 2018
Los detalles Durante una gira política en el norte del país, el expresidente sufrió una descompensación en pleno acto y tuvo que ser trasladado en helicóptero a un hospital en Natal, la capital del estado.

El expresidente brasileño Jair Bolsonaro, está estable tras ser hospitalizado de urgencia este viernes en la ciudad de Santa Cruz, en el estado de Río Grande do Norte, tras sufrir nuevos y persistentes dolores abdominales, secuela de la puñalada que recibió en 2018 durante la campaña electoral.
El líder ultraderechista ha asegurado a través de sus redes sociales que "por ahora" no necesitará ser intervenido: "Gracias a Dios, mi cuadro es estable y me estoy recuperando, sin fiebre y con buena evolución clínica. La última información que tenemos es que, por ahora, no hay necesidad de una nueva cirugía".
Según informó su hijo Flávio Bolsonaro: "No estoy con él, pero lo pasó mal, sí. Está con dolores estomacales. Está siendo medicado y será trasladado a un hospital en Natal". En un primer momento, el exmandatario fue atendido en un centro médico de Santa Cruz.
Desde el atentado sufrido el 6 de septiembre de 2018 en Juiz de Fora —cuando un hombre con problemas mentales lo apuñaló en pleno acto de campaña—, Bolsonaro ha atravesado múltiples intervenciones quirúrgicas y ha padecido diversos problemas digestivos.
A sus 70 años, el líder de la ultraderecha se encuentra en el norte del país realizando una gira política con el objetivo de reunir apoyo para un proyecto de amnistía destinado a los radicales condenados por el intento de golpe de Estado del 8 de enero de 2023, cuando fueron asaltadas las sedes de los tres poderes del Estado en Brasilia.
Por esos mismos hechos, Bolsonaro enfrenta cargos ante la Corte Suprema, que ha aceptado las denuncias de la Fiscalía General. Se lo acusa de haber sido el mentor de la intentona golpista que buscaba derrocar al gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva. De ser hallado culpable, podría recibir hasta 40 años de cárcel.