Un avión de la fuerza aérea israelí bombardeó este domingo el patio del Hospital Mártires de al Aqsa en la ciudad de Deir al Balah, el más importante del área central de Gaza, lo que causó la muerte de dos personas y heridas a otras 30, según una fuente del Ministerio de Sanidad de la Franja, controlado por Hamás.

El Ejército israelí alegó que se trataba de "un comando operativo" de la Yihad Islámica Palestina, mientras que el Gobierno de Gaza denunció "mártires y heridos" entre un grupo de personas desplazadas y periodistas. Según la fuente, presente en el hospital, diez de los heridos en el ataque son periodistas. Además, las autoridades de Hamás anunciaron que el número de periodistas que ha muerto en Gaza desde el comienzo de la guerra ascendió hoy a 137, después de que un fotoperiodista que trabajaba para varios medios falleciera cuando bombardearon su casa en el campamento de refugiados de al Maghazi.

Por su parte, la oficina de medios del Gobierno del enclave palestino, bajo control de Hamás, denunció el bombardeo de "tiendas de campaña de periodistas y desplazados dentro de los muros" del hospital.

Según cifras de este domingo, cerca de 32.800 personas ha muerto desde el inicio de la guerra el pasado 7 de octubre, más del 70 % de ellas mujeres y niños, y una treintena de niños ha muerto por desnutrición aguda, según datos de Sanidad gazatí, ante la hambruna inminente que acecha la Franja.

Más de 100.000 israelíes protestan en Jerusalén contra Netanyahu para pedir elecciones

Unas 100.000 personas, según los organizadores, se congregaron este domingo en Jerusalén para protestar contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y pedir la celebración de elecciones anticipadas ante su gestión de la guerra en la Franja de Gaza, que se acerca a los seis meses.

Por primera vez, a las protestas antigubernamentales se unieron además familiares de los rehenes secuestrados por Hamás en la Franja de Gaza, que reclamaron además un acuerdo que facilite la liberación de los 130 cautivos que aún permanecen en el enclave. Se trata de la protesta más multitudinaria en Israel desde que comenzó la guerra, con 100.000 asistentes, según las estimaciones de los organizadores.