Las autoridades chinas han anunciado que han abierto una investigación para determinar responsabilidades en los posibles daños causados en un fragmento de la Gran Muralla por una restauración en la que fue pavimentada con cemento.

El portal de noticias Sina.com, uno de los más visitados del país, ha publicado recientemente fotos de este fragmento cerca de la frontera entre las provincias de Liaoning y Hebei, en las que se aprecia el choque estético entre la centenaria infraestructura y su supuesta reparación con cemento.

La Administración Estatal de Patrimonio Cultural ha advertido en un comunicado difundido por la agencia oficial Xinhua de que examinará la veracidad de estas imágenes y, de existir daños en la muralla, hará que sus responsables asuman las consecuencias.

La publicación de las fotografías en las que se ve el resultado de esa reparación generó polémica en las redes sociales chinas y ha provocado gran alarma entre los historiadores por el posible impacto que pueda tener sobre la estructura de la muralla. El mal estado de conservación de la Gran Muralla ha despertado una gran preocupación popular en el gigante asiático.

Tan sólo un 8,2 % de la muralla construida durante la dinastía Ming se mantiene en buen estado, según alertó la Sociedad de la Gran Muralla de China, una entidad dedicada a la protección del monumento, en un estudio publicado en junio de 2015. La erosión, el vandalismo y la falta de mantenimiento son los principales factores del deterioro.