La guerra Israel-Hamás sigue, pese a haber anunciado una tregua humanitaria (Israel la retrasa al menos hasta el viernes). Este jueves 23 de noviembre, el partido-milicia chií libanés Hezbolá ha disparado este jueves cerca de 50 proyectiles contra Israel desde el sur de Líbano, en el que se convierte en su mayor ataque contra el país vecino desde el estallido de un conflicto a raíz de los ataques perpetrados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) contra territorio israelí.

El grupo libanés ha apuntado al lanzamiento de 48 proyectiles tipo Katyusha contra una base israelí en los alrededores de la ciudad de Safed, mientras que ha agregado que ha lanzado un ataque en torno a las 8.30 horas (hora local) de este 23 de noviembre, contra "soldados de infantería del enemigo israelí" en la base de Al Dhahira. "Se han usado armas apropiadas y ha habido impactos directos", ha dicho, según ha recogido la cadena de televisión Al Manar, vinculada a Hezbolá.

Hezbolá ha lanzado entre 30 y 50 proyectiles contra la zona norte del país, según medios israelíes, tras lo que las autoridades del kibbutz de Manara han confirmado que dos proyectiles han impactado en sendas viviendas en la zona, sin que por el momento haya informaciones sobre víctimas.

Por su parte, el Ejército de Israel ha señalado en un comunicado en su página web que ha atacado "un escuadrón anticarro" en el área de Zerait y ha confirmado ataques con artillería contra "las fuentes de los disparos" de los proyectiles. Por otra parte, vídeos publicados en redes sociales muestran la interceptación de varios proyectiles en espacio aéreo israelí.

Hezbolá, un grupo apoyado por las autoridades de Irán, está inmerso en unos combates con el Ejército de Israel a raíz de los citados ataques ejecutados por Hamás, en lo que describe como unas operaciones en apoyo a los grupos armados palestinos. La situación ha hecho temer una expansión del conflicto al vecino Líbano e incluso a toda la región.

Israel lanzó su ofensiva contra Gaza tras los ataques de Hamás, que dejaron unos 1.200 muertos y cerca de 240 secuestrados. Las autoridades de Gaza, controladas por Hamás, han denunciado hasta ahora más de 14.500 muertos, incluidos más de 6.000 niños, por la ofensiva israelí, mientras que más de 200 palestinos han muerto en Cisjordania y Jerusalén Este a manos de las fuerzas israelíes o en ataques perpetrados por colonos desde el 7 de octubre.