Entre lágrimas y aterrado, un pequeño busca a su madre en un hospital en el sur de la Franja de Gaza. La encuentra inconsciente, encima de una camilla y, cuando intentan llevárselo, ella recupera el conocimiento y pide que lo dejen en sus brazos.

Se trata de una escena captada en Jan Yunis. No es la única escena de un niño desesperado. También hay reacciones de pequeños ante la pérdida de sus padres, como la que puede verse en el vídeo de portada.

Los ataques sobre esta ciudad, Jan Yunis, se han intensificado en las últimas horas. También en el centro, donde un niño ha sido rescatado entre los escombros. James Elder, portavoz de la Agencia de la ONU para la Infancia, se ha pronunciado al respecto. "Me enfurece que niños que se recuperan de amputaciones sean asesinados en los hospitales", ha expresado ante los medios.

Unicef denuncia que en esa ciudad solo tienen acceso a dos litros de agua al día, un 10% del mínimo necesario para hidratación e higiene. "Solo les queda esperanza y agua sucia", sentencia Elder. La ONU asegura que los sistemas de agua corriente se encuentran en estado crítico porque la mitad de la infraestructura ha quedado dañada o totalmente destruida.

Ellos, los niños, son los más vulnerables eindefensos ante una guerra que les está robando la infancia. Quieren seguir riendo, jugando y viviendo, lo que ya no podrán hacer los alrededor de 8.000 menores gazatíes asesinados por Israel.