El Gobierno de Italia ha aprobado un decreto para rescatar al banco Monte dei Paschi di Siena, horas después de que la entidad anunciara que había fracasado en su operación de recapitalización.
La decisión ha sido aprobada en una reunión extraordinaria de ministros, convocada tras el anuncio de la entidad bancaria, de la que el Tesoro ha pasado a ser principal accionista.
El primer ministro, Paolo Gentiloni, ha destacado que "hoy es un día importante para Monte dei Paschi, un día que lo ve dar un giro". Por su parte, el ministro de Economía, Pier Carlo Padoan, ha resaltado que el decreto permite proteger a la totalidad de los propietarios de bonos subordinados. Previamente, el consejo de administración del Monte dei Paschi había solicitado un rescate público que garantizara la viabilidad de la entidad.
Por todo esto, el Ejecutivo liderado por Gentiloni se apresuró a proponer una inyección de 20.000 millones de euros con el fin de reforzar el sector financiero y adoptar las medidas necesarias que protejan a los inversores.
La propuesta, que ha recibido el visto bueno de las dos cámaras del Parlamento, podría elevar la ratio de deuda de Italia, actualmente la segunda mayor de la zona euro, sólo por detrás de Grecia, hasta el 134 por ciento del PIB en 2017, frente al objetivo inicial de Roma de reducir la carga al 132 por ciento del PIB.
En concreto, la medida del Gobierno, que posee un 4% del accionariado de Monte dei Paschi, pretende incrementar el endeudamiento del Estado en 20.000 millones para solucionar los problemas de capital del banco toscano y de Banca Popolare di Vicenza, Veneto Banca y Banca Carige, entre otros.
El banco toscano atribuyó el fracaso de su recapitalización a que "no se ha concretado" el interés por parte de ninguno de los inversores "ancla" disponibles, lo que ha influido negativamente sobre los inversores institucionales y ha "limitado" las ordenes de adhesión a la oferta de canje de deuda.
De este modo, el banco en activo más antiguo del mundo, puesto que sus orígenes se remontan a 1472, devolverá a sus respectivos portadores los 2.451 millones de euros en bonos que se adhirieron a dicha oferta, tal y como se recoge en los documentos relativos a la oferta.