La gripe aviar sigue golpeando de lleno a varios países del mundo. En la Unión Europea hemos conocido que Francia comprará 80 millones de dosis para vacunar a su población, siendo el primer país que toma esta decisión en nuestro entorno.

En Japón, mientras tanto, no hay espacio para enterrar a los 17 millones de pollos sacrificados por el último brote de gripe aviar, mismo virus que ha acabado con más del 40% de los pelícanos de Perú.

Santiago Vega, catedrático de sanidad animal de la Universidad Cardenal Herrera Oria de Valencia, explica a laSexta que la sequía ha llevado a que las aves silvestres no tuvieran dónde beber, obligándolas a viajar a granjas.

Europa también se ha visto obligada a sacrificar a millones de aves, medida que en Chile y Perú se ha dado con leones, lobos marinos, focas y pingüinos, que han demostrado que el virus es letal también en mamíferos contagiados.

En Brasil, por ejemplo, han prohibido ferias y exposiciones de aves para tratar de evitar los contagios. Vega destaca que el punto más importante en una crisis como esta es que los ganaderos han de concienciarse de la "bioseguridad" que deben tener con aves silvestres que puedan entrar en sus granjas.

Los expertos recuerdan que no hay riesgo de contagio por consumo alimentario y que, desde 2003, solo 868 personas han contraido la enfermedad, aunque el índice de mortalidad supera el 50%.

Elisa Pérez Ramírez, viróloga y veterinaria del centro de investigación animal-CSIC, añade que "lo que sería realmente grave" es que el virus se pueda adaptar a transmitirse entre humanos, algo que todavía queda "lejos", tranquiliza.

Sin embargo, como recuerda Vega, hay un 99% de los virus que están "confinados" y que, a medida que se van "rompiendo los diques de la biodiversidad", pueden salir. Cabe recordar que si encontramos aves muertas o moribundas en el campo, hay que llamar al Seprona, manteniéndonos lejos de ellas.