El sistema educativo de Finlandia, uno de los más valorados del mundo por su calidad, no se conforma con sus buenos resultados y sigue trabajando para evolucionar con una nueva forma de impartir las materias un tanto revolucionaria.

El país escandinavo está decidido a acabar con las clases de física, química, matemáticas, geografía o historia a partir de los 16 años. Marjo Kyllonen, la máxima autoridad de Educación en Helsinki, explica que "se está enseñando con un método que era efectivo a principios del siglo XX, pero ahora las necesidades no son las mismas y necesitamos crear algo que sea efectivo para el siglo XXI".

A partir de ahora, en vez de estudiar cada asignatura por separado, los estudiantes estudiarán eventos y fenómenos en un formato interdisciplinario. Por ejemplo, la Guerra Mundial será examinada desde la perspectiva de la historia, la geografía y las matemáticas; o para aprender inglés, economía y a comunicarse, los estudiantes pueden trabajar en una cafetería.

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Lo que se pretende es que los estudiantes mayores de 16 años puedan orientarse hacia lo que quieren estudiar, eligiendo los temas que puedan ser más interesantes para su futuro. De esta manera se busca que los alumnos no pasen horas y horas durante un curso pensando en sus cosas sin que las clases de temas que no les interesan sean efectivas.

De igual forma, los estudiantes no van a seguir trabajando individualmente sentados en sus pupitres, sino que se va a fomentar mucho más la idea de trabajar en grupo para resolver problemas.

Pese a que queda casi un lustro para que estas medidas se instauren por completo, siete de cada diez profesores ya han empezado a prepararse.

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