La cumbre del G7 llega este sábado a su fin y Trump se irá antes de tiempo para preparar su reunión con Kim Jong-un en Singapur.

Acaba una cumbre que se preveía tensa desde un principio y que Trump se encargó de que así fuera. Antes de viajar a Canadá, propuso que Rusia volviera al G7, una iniciativa que el Presidente del Consejo Europeo no tardó en rechazar.

Por su parte, Angela Merkel también descarta la iniciativa. “Un regreso de Rusia al G7 no es posible al no ser que hagan progresos sustanciales en relación al problema de Ucrania", afirma.

Rusia, que desde 2014 está fuera del grupo, también ha respondido. Desde el Kremlin aseguran que están centrados "en otros formatos fuera del G7". De hecho, mientras los líderes del bloque occidental viajaban a Canadá, Putin estaba en China recibiendo la ‘medalla de la amistad’.

Ambos líderes han sido protagonistas de una cumbre de países asiáticos a la que han asistido India, Pakistán e Irán. Se trata de un claro mensaje de apoyo de Putin a Teherán tras la ruptura del acuerdo nuclear y también de unidad frente a un G7 en plena guerra comercial.

A pesar del problema de los aranceles, Trump se ha atrevido a bromear con el Presidente Trudeau: "Justin ha acordado recortar todos los aranceles y todas las barreras comerciales entre Canadá y Estados Unidos, así que estoy muy feliz".

En unas horas se clausura una cumbre del G7 con pocos avances.