Sobre las 2 de la madrugada había unas 300 personas en los alrededores del Versailles, incluido Tomás Regalado, alcalde de Miami, quien señaló que es lícito celebrar lo que hoy se celebra.

"No se celebra la muerte de un ser humano, se celebra la muerte de un dictador. Así como se celebró la muerte de un Hitler, estamos celebrando la de alguien que hizo mucho daño a cuatro generaciones de cubanos, hay personas ancianas, maduras, pero muchos jóvenes".

"Y esos jóvenes que nacieron en EEUU están reflejando el dolor que sufrieron sus padres y abuelos cuando fueron desarraigados, eliminados de su patria. Creo que es importante que el mundo vea eso. No como una falta de respeto sino al contrario, sino como una genuina celebración de libertad de un dictador", agregó.

El Versailles ha ido escenario de otras muchas celebraciones como ésta. Cada vez que los rumores sobre la muerte de Castro se intensificaban la gente salía a festejar, aunque después se demostraba que no eran ciertos.