La famosa página de Facebook 'Humans of New York' que recoge interesantes, conmovedoras, curiosas e incluso estremecedoras historias de gente normal, de gente de a pie, siempre acompañadas de una maravillosa fotografía de su protagonista, ha lanzado una iniciativa con la que, durante las próximas semanas, compartirá lo que ha denominado como "historias de guerra", historias obtenidas desde el departamento de pediatría del centro especializado en cáncer Memorial Sloan-Kettering.

"El tratamiento del cáncer puede ser casi tan violento como el hecho mismo de tenerlo, e incluso los médicos van a enmarcar sus esfuerzos como si estuviesen en una guerra. Pero la lucha contra el cáncer pediátrico es especialmente trágico porque el campo de batalla es el cuerpo de un niño", escriben en la página.

Y en la búsqueda de estas historias, las declaraciones de uno de los pediatras ha sido especialmente compartida en las redes sociales. Se trata del doctor Michael P. La Quaglia, cirujano jefe del centro especializado en cáncer, quien explicó en primera persona el desgarrador momento en el que tiene que decir a unos padres que su niño se muere.

El doctor Michael lleva 30 años dedicados a su profesión y para él "no hay nada mejor en el mundo que decir a unos padres que el tumor que tiene su hijo es benigno". Sin embargo, el peor momento, y por el que ha tenido que pasar cinco veces en su vida es el tener que decir lo contrario, que su hijo no ha sobrevivido al cáncer: "he querido morirme cada una de esas veces", confiesa el médico.

"Cada vez que he perdido a un niño les digo a los padres: Preferiría haber muerto yo y no él. Voy a la iglesia cada día. Y pienso que voy a ver a esos niños en un sitio mejor y les diré lo siento y espero que ellos digan olvídalo", revela Michael.

Dr. La Quaglia, cirujano jefe de un centro especializado en cáncer en EEUU