El ministro de Transporte e Infraestructuras de Grecia, Konstantinos Karamanlis, ha presentado su dimisión en respuesta al choque de dos trenes en la zona norte del país que se ha saldado con al menos 57 fallecidos.

Karamanlis ha explicado que considera un "deber" apartarse del cargo, como "un pequeño gesto de respeto" a las personas que han muerto "injustamente". En este sentido, ha asumido en primera persona "la responsabilidad de las deficiencias del Estado y el sistema político griego durante años".

"Cuando algo tan terrible ocurre, no podemos seguir actuando como si nada", ha dicho, horas después de que los dos trenes, uno de mercancías y otro de pasajeros con unas 350 personas a bordo, chocasen frontalmente cuando circulaban por una misma vía cerca de Larisa.

"Considero que la confianza depositada por los ciudadanos en el sistema político es una parte esencial de la democracia", ha añadido el ministro saliente, en una nota recogida por medios locales y difundida por Karamanlis tras visitar el lugar de los hechos.