La Policía Civil del estado de Pará, en el norte de Brasil, ha identificado yarrestado a tres sospechosos de provocar incendiosen áreas de preservación de la selva en esa región de la Amazonia, el pulmón del planeta, y que últimamente está sufriendo a causa del fuego natural y premeditado.

Según comunicó la institución, agentes policiales cumplieron diversas órdenes de captura y allanamiento en el marco de la operación 'Labaredas' en el municipio de Sao Félix do Xingú, en el sur del estado amazónico .

De acuerdo con el comisario José Humberto Melo, dos hermanos que son dueños de la hacienda Ouro Verde y el gerente de la propiedad, localizada dentro del Área de Protección Ambiental Triunfo do Xingú, fueron arrestados y acusados de incendiar 5.000 hectáreas de selva.

Durante el operativo policial, que tenía como objetivo dar con los supuestos incendiarios, encontraron en la hacienda trabajadores en condiciones de esclavitud y un revólver sin documentación. Los sospechosos responderán ante la Justicia por los cargos de daños al medioambiente, polución, incendio y asociación criminal.

Las autoridades también cumplieron órdenes de registro en otras haciendas de los sospechosos en el estado de Goiás, la zona centro. Los investigadores sospechan que el trío habría pagado a unos 50 hombres para derribar 20.000 hectáreas más de selvas próximas a la propiedad.

El caso es uno de otros tantos aislados en los que la Policía local de los estados amazónicos tratan de encontrar a los responsables de los miles de focos de incendio que se han propagado por la Amazonia y que han traído consigo una gran atención internacional.

Las acciones del Gobierno de Brasil para frenar las llamas en la Amazonia prosiguieron con la prohibición del uso de fuego para preparar las tierras para las siembras, una decisión que se extenderá por un período de dos meses.

Aunque la tala y quema de los terrenos en la Amazonia está permitida bajo determinadas normas y es una práctica común que utilizan incluso los indígenas, la medida gubernamental busca evitar que surjan nuevos focos de incendio, en momentos en que las autoridades empiezan a controlar las llamas.

En Pará, uno del os tres estados más afectados por el fuego, las quemas pasaron de 1.004 el 13 de agosto a 352 el 28 del mismo mes, una reducción del 64,9 %. Para el Instituto de Investigación Ambiental de la Amazonia, de los 27.000 focos de incendio registrados, solo en agosto, la mayoría están relacionados con la deforestación en la región, que alcanzó los 2.254,8 kilómetros cuadrados en julio, un volumen un 278 % superior al del mismo mes de 2018.

Posturas políticas

Jair Bolsonaro, el presidente brasileño, fuertemente criticado por su discurso a favor de la agroindustria y la minería en la Amazonia y por una reacción tardía frente a los incendios, volvió aminimizar el impacto de los mismosen su transmisión semanal de los jueves por las redes sociales.

"Ha sido una semana agitada, pero el promedio este año -de incendios- no es el más alto, queríamos que fuese cero, pero no es el más alto como dicen y la selva como tal es difícil que se queme porque es húmeda y alta", afirmó el mandatario.

Según el jefe de Estado, su colega francés Emmanuel Macron "colocó en juego la soberanía sobre la Amazonia". El Presidente de la República Francesa condicionó la ayuda del G7 y la ratificación del acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) a compromisos medioambientales de Brasil.

"Agradezco a Piñera-el presidente de Chile, Samuel-, a España, a Trump -el presidente de Estados Unidos- por defender en el G7 a Brasil. El Amazonas es muy importante y el 6 de septiembre en Leticia, Colombia, estaremos con los presidentes de Perú y Ecuador para pensar y discutir sobre ese asunto", apuntó.

Según Bolsonaro, la ayuda ofrecida por Macron "es una limosna. Brasil vale mucho más que veinte millones de dólares. Muéstrenme una hectárea replantada y yo sé que ese dinero en su mayoría es para los 'oenegeros'. Es poco lo que se destina para la reforestación".