Walter Palmer, de 55 años, ha llegado pronto a la clínica River Bluff, la cual había cerrado a finales de julio a raíz de una avalancha de protestas después de que el dentista fuera identificado públicamente como el cazador que mató al querido león.

Palmer entró sin hacer ningún comentario. "Desde ahora, dona tu dinero a animales en peligro de extinción. Al parecer tienes mucho" o "Justicia para Cecil #extradición" han sido algunos de los mensajes que se han podido leer a la entrada de la clínica.

Veronique Lamb, una turista de 49 años de Bruselas, ha asegurado que estaba allí para protestar por la vuelta al trabajo del dentista "como si no hubiera ocurrido nada". "Hizo algo realmente malo y realmente lo sabe", ha afirmado. "Esperemos que esto haya abierto los ojos a la gente de este horrible negocio. Es muy triste", ha añadido.

La clínica fue reabierta a mediados de agosto sin Palmer, quien dijo el domingo en una entrevista conjunta entre el medio 'Minneapolis Star Tribune' y la agencia de noticias 'Associated Press' que necesitaba reanudar sus obligaciones.

En la entrevista, Palmer reiteró una declaración que había dado en julio, argumentando que la caza era legal y que nadie en el grupo de caza se había dado cuenta de que el animal era el famoso león. No se ha presentado ningún cargo contra Palmer.