El jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, Martin Dempsey, ha sostenido ante el Congreso que, pese a que el Pentágono podría intervenir en Siria para desequilibrar la guerra que atraviesa el país, no hay grupos rebeldes moderados preparados para ocupar el vacío que se generaría tras el conflicto. "En la Siria de hoy no se trata de elegir entre dos bandos, sino de elegir entre muchos bandos. Creo que el lado que elijamos ha de estar preparado para promover sus intereses y los nuestros cuando el balance se decante a su favor. A día de hoy no lo están", ha indicado, según ha informado el diario estadounidense 'The New York Times'.
Dempsey ha respondido así a una pregunta presentada por Eliot Engel, máximo representante del Partido Demócrata en el comité para Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, sobre las opciones potenciales de atacar con misiles de largo alcance las bases militares del Gobierno sirio. Engel ha reconocido que los ataques limitados no destruirían el Ejército sirio, pero "ayudarían a evitar que el régimen de Al Assad use sus aviones contra civiles inocentes y miembros de la oposición que Washington ha decidido entrenar y armar".
Asimismo, ha sostenido que "podrían ayudar a reducir el número de armamento que llega al país desde Irán, Rusia y otros países que continúan ayudando al régimen de Al Assad".
La respuesta de Dempsey, presentada antes de que la oposición denunciara un presunto ataque con armas químicas en la región de Damasco, que se habría saldado con hasta 1.300 muertos según el dirigente opositor George Sabra, recalca que estados Unidos "podría destruir las Fuerzas Aéreas sirias", si bien ha advertido de que podría provocar "una escalada" y aumentar "el compromiso de Estados Unidos en el conflicto".
"La capacidad militar estadounidense puede modificar el balance de poder en Siria, pero no puede resolver la base histórica de problemas étnicos, religiosos y tribales que alimentan este conflicto", ha remarcado.