La espalda de un niño en Yemen carga con el peso de su mochila, pero también con el de la guerra. Iba de camino a la escuela de verano cuando han bombardeado su autobús. Hay 51 muertos, delos cuales 40 eran niños.

"Estamos muy preocupados", ha señalado Meritxell Relaño, representante de UNICEF en Yemen. Su autobús pasaba por un mercado repleto de civiles cuando la Coalición Saudí ha lanzado el ataque.

Aseguran que ha sido una acción militar legítima contra rebeldes que planeaban un ataque. Los testigos lo desmienten: "Todos los que han muerto son residentes, niños, y dueños de comercios".

El norte de Yemen es el bastión de los rebeldes hutíes. A sus hospitales continúan llegando niños, civiles, soldado o con cólera que necesitan ayuda humanitaria urgente. En el último año de guerra han matado a casi cuatro mil menores.