El juicio por el asesinato en febrero de 2017 del periodista Jan Kuciak comenzará este jueves en Eslovaquia, un crimen que sacudió al país centroeuropeo y del que se acusa a cuatro personas, una de ellas un influyente empresario.

Kuciak, asesinado a tiros junto a su novia, Martina Kushinova, estaba investigando vínculos de la mafia con altos cargos del Gobierno. Tras su muerte, la aparente ineficacia de la investigación policial fue interpretada por muchos como connivencia con el crimen organizado, provocando las manifestaciones más multitudinarias en el país desde la caída del régimen comunista en 1989.

La repercusión del caso hizo tambalear al Gobierno y precipitó la salida del entonces primer ministro socialdemócrata, Robert Fico, así como de su ministro de Interior y del jefe de la Policía. Aunque la coalición de gobierno ha sobrevivido hasta ahora, lo ha hecho en medio de una gran crispación política y social, en un país que el próximo mes de febrero celebra elecciones generales.

El crimen hizo patente para muchos eslovacos la red de clientelismo, corrupción y relaciones entre el crimen y la alta política, generando un terremoto político que el pasado mes de marzo marzo aupó a la Presidencia a Zuzana Caputova, una abogada activista que ha hecho de la limpieza judicial uno de sus lemas.

El 'caso Kuciak' será juzgado por el Tribunal Especial, con competencia en casos graves de corrupción en la esfera estatal, creado según el modelo de la Audiencia Nacional española.

En el banquillo se sentarán cuatro sospechosos: el ex policía Tomás Szabó y su primo Miroslav Marcek, acusados de ser los autores materiales; Alena Zsuzsova, considerada intermediaria; y Marian Kocner, un controvertido empresario cuyos vínculos con el crimen organizado denunció Kuciak antes de ser asesinado y quien, se cree, habría encargado el crimen.

Los cuatro acusados podrían ser condenados a cadena perpetua revisable, mientras que un quinto sospechoso ha confesado su implicación y está colaborando con la Justicia, por lo que será juzgado aparte.

El expediente del caso consta de 25.000 páginas, que serán puestas a disposición de los medios por la organización de prensa internacional Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP), que quiere fiscalizar el proceso penal para garantizar justicia.

La organización Reporteros sin fronteras (RSF) también ha pedido a Eslovaquia, en la víspera de la apertura de la audiencia, justicia en el 'caso Kuciak'. Este proceso mostrará si "en un país democrático de la UE la libertad de prensa está por encima de empresarios poderosos que hacen justicia por su cuenta", señaló Rubina Möhring, jefa de la sección austríaca de RSF.