En un comunicado, la Policía Armada de la ciudad señala que el automóvil, un turismo Toyota negro y con matrícula de Zhangzhou, en la provincia de Fujian, iba por una vía cercana a la legación y de repente giró a la derecha estrellándose contra la valla del consulado.

Las autoridades han detenido al conductor del vehículo, un hombre de 35 años de la ciudad fujianesa de Sanming, que resultó herido pero no de gravedad. Según el comunicado policial recogido por la agencia oficial Xinhua, el conductor, llamado Liu Daojie, explicó tras ser arrestado que tenía una empresa grande y que siempre "había sentido que alguien" quería matarle, por lo que quería montar "algo de revuelo" para llamar la atención.

"Estaba conduciendo desde Hangzhou (capital de la provincia de Zhejiang, a 170 kilómetros de distancia) a Shanghái, y vi al guardia de seguridad, así que dirigí mi coche contra él", añadió el conductor, según la declaración policial.

Mientras las autoridades tratan de confirmar la causa de lo ocurrido, otros medios como el prestigioso semanario 'Caixin' aseguran que el detenido conducía borracho. Por la zona en la que ocurrieron los hechos, es difícil que se produzca un choque precisamente contra la puerta del consulado, salvo que el conductor lo haga bajo los efectos del alcohol o claramente a propósito. Por su parte, el guardia que ha resultado herido, Sun Tao, está hospitalizado, con heridas en la boca, la cara y el pecho, que le provocaron un breve momento de inconsciencia tras el choque.

Según varias fotografías del suceso que circulan ya por las redes sociales chinas, una barricada de seguridad colocada frente a la puerta del consulado aparece dañada por el coche, aunque luego fue retirada por las fuerzas paramilitares que protegen las legaciones diplomáticas con edificio propio en las ciudades chinas. Según el diario independiente 'South China Morning Post', la zona no fue acordonada tras el choque, y pareció recuperar la calma poco después del suceso.