El "Alcatraz de los caimanes"

Una cárcel para migrantes rodeada de cocodrilos: la última propuesta xenófoba del gobernador trumpista de Florida

Los detalles El fiscal general de Florida, James Uthmeier, asegura que esta prisión garantizará la seguridad en la zona, ya que "quienes intenten escapar no encontrarán otra cosa más que caimanes y pitones".

Una cárcel para migrantes rodeada de cocodrilos: la última propuesta xenófoba del gobernador trumpista de Florida
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Encerrar a los migrantes irregulares en una selva repleta de caimanes y cocodrilos. Es el último plan puesto en marcha por Ron DeSantis, gobernador republicano del Estado de Florida, para continuar con la lucha de Donald Trump contra la entrada de extranjeros en Estados Unidos.

Al regresar a la Casa Blanca el pasado mes de enero, Trump anunció la reapertura de la cárcel de Alcatraz para encerrar a "los delincuentes más despiadados y violentos de los Estados Unidos". Ahora, el líder republicano quiere ir un paso más allá y le ha pedido a los gobernadores que construyan nuevos centros de internamiento y que detengan, al menos, a 3.000 migrantes al día.

Florida, uno de los estados con mayor apoyo electoral para el Partido Republicano, no ha tardado en recoger en guante y ha comenzado a construir un centro al que ha denominado "el Alcatraz de los caimanes", una prisión exclusiva para migrantes situada en los Everglades, una región de humedales al sur del estado que está completamente incomunicada y rodeada de serpientes, cocodrilos y todo tipo de animales peligrosos.

El fiscal general de Florida, James Uthmeier, que ha sido el autor de esa denominación, asegura que esta prisión garantizará la seguridad en la zona, ya que "quienes intenten escapar no encontrarán otra cosa más que caimanes y pitones".

Las autoridades ya han comenzado a instalar barracones en una pista de aterrizaje abandonada donde colocarán unas mil camas, aunque para mediados de julio, cuando prevén poner en marcha la cárcel, estiman que tendrán unas 5.000 plazas.

Los ecologistas estallan contra el proyecto

Esta alocada propuesta no solo ha recibido duras críticas por parte de los defensores de los Derechos Humanos, sino que también ha hecho que los colectivos ecologistas pongan el grito en el cielo. Este centro, aseguran, tendrá un enorme impacto ambiental en el entorno al tratarse de un parque natural protegido. Sin embargo, ni el aspecto humanitario ni el ecológico parece que puedan poner freno a la caza de brujas de Donald Trump contra la población migrante.