Un grupo de los 5.000 migrantes que se concentran en un centro deportivo en el este de Ciudad de México completaron un recorrido de 13 kilómetros hasta llegar a las instalaciones de la ONU-DH, en la acomodada colonia Polanco.

Encabezados por el periodista hondureño Milton Benítez, pidieron 150 autobuses para poder continuar por el territorio mexicano el camino que iniciaron el 13 de octubre en San Pedro Sula.

Estos vehículos "pueden evitar muertes", señaló Benítez, quien apuntó que no deben repetirse tragedias como la ocurrida en 2011 en San Fernando, en el nororiental estado de Tamaulipas, cuando 72 migrantes fueron asesinados presuntamente a manos del grupo criminal Los Zetas.

El periodista agregó que quieren que "los derechos humanos, por una vez, no sequen lágrimas, sino que las eviten".

A propuesta del personal de la ONU-DH, una delegación del grupo de migrantes celebró una reunión a puerta cerrada con integrantes de este organismo, de ACNUR y de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Por parte de los migrantes accedió Benítez y una delegación conformada por representantes de cada uno de los departamentos hondureños y de Guatemala.

En autobuses es "más seguro, porque nos da miedo, de tantas cosas que han sucedido a nuestros compañeros, hombres y mujeres", señaló a Efe Karen, una de las migrantes.

Durante el recorrido, en ocasiones puntuales les han ofrecido autobuses, pero solo para mujeres y niños, comentó Karen. "Los hombres también son seres humanos y tienen el mismo derecho", clamó esta hondureña, quien salió de su país con su hermano, menor de edad, y sus hijos.