El mismo preocupante análisis de los dos líderes internacionales más relevantes,Putin y Biden. El presidente ruso ha afirmado que el mundo afronta el decenio "más peligroso e impredecible desde los tiempos de la Segunda Guerra Mundial".

Un mensaje que llega apenas horas después de que Joe Biden asegurara que "navegamos en este entorno cambiante marcado por un mundo cada vez más complicado", añadiendo que estamos ante una "década decisiva" porque el mundo está cambiando. Ya el propio Biden dijo a principios de mes que el mundo está más cerca del armagedón de lo que ha estado desde la crisis de los misiles en plena Guerra Fría.

Tras sus palabras, los graves y urgentes retos a los que se enfrenta el mundo. La guerra en Ucrania ha sacudido con brutal virulencia la política internacional. Sus consecuencias, como la crisis energética que está haciendo tambalear la economía mundial, el temor a la probabilidad de un accidente o un ataque nuclear y su influencia negativa en la lucha contra la emergencia climática se unen a sociedades cada vez más polarizadas por el auge de la ultraderecha.

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El contexto. Guerra en Europa. La invasión de Ucrania por parte de Rusia, la primera gran guerra en suelo europeo del siglo XXI, dispara el temor a que Putin quiera expandir su afán imperialista en territorios cercanos. Un temor alimentado por las palabras de Putin comparándose en junio pasado con el zar Pedro I el Grandey equiparando las campañas militares del despiadado conquistador con la invasión a Ucrania. "Pedro el Grande luchó en la Guerra del Norte durante 21 años. Parece que combatió contra Suecia y les arrebató algo. No les quitó nada, lo trajo de vuelta", aseguró el presidente ruso.

  • El evidente miedo en los Países Bálticos a que Putin quiera recomponer sus fronteras de 1991 tiene lógica porque Estonia, Letonia y Lituania solo comparten con la UE unos pocos kilómetros de frontera con Polonia y, sin embargo, están rodeadas por territorio ruso y bielorruso. De hecho, desde la movilización parcial anunciada por Putin, la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, aseguró que teme que la población rusa en su país aumente y el Kremlin podría utilizarlos como excusa para "liberarlos".
  • Desde Polonia también hay voces que hablan del afán imperialista de Putin. Su portavoz de Inteligencia, Stanislaw Zaryn, aseguró que "el Kremlin está llevando a cabo varias actividades con el objetivo de atacar el derecho fundamental de los polacos a su propio estado y seguridad".
  • La semilla de nuevas guerras. El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, concluyó su gira por las ciudades ucranianas en Kiev asegurando que "no puede haber paz real sin justicia" y que una paz injusta "sembraría las semillas de nuevas guerras".

Y mientras tanto... Putin continúa elevando la tensión tras realizar este miércoles una prueba de un "ataque nuclear masivo por parte de las fuerzas estratégicas ofensivas en respuesta a un ataque nuclear enemigo", según ha informado el ministro de Defensa ruso, Shoigú.

  • Una demostración de su poderío nuclear en un momento en que se teme una escalada tras las acusaciones rusas de que Ucrania podría usar una 'bomba sucia', un dispositivo que según ha explicado en 'Al Rojo Vivo', Yago Rodríguez, el director de 'The Political Room', lograría "unos efectos equiparables a una bomba atómica". Maria Zajarova, portavoz del ministerio de Exteriores de Rusia, dijo el jueves que la amenaza de un conflicto nuclear ha aumentado en medio de los combates en Ucrania.
  • Mientras solo horas después Estados Unidos ha llevado a cabo un exitoso lanzamiento de prueba de un misil con experimentos para el desarrollo de armas hipersónicas.

Lee entre líneas. Este decenio "peligroso y complicado", en palabras de Putin, en un mundo "más complicado", según Biden, es consecuencia de la guerra en Ucrania que deriva en una crisis energética con un enorme impacto sobre la economía e incluso sobre la emergencia climática.

  • Crisis energética. La dependencia del gas ruso ha puesto en jaque a Occidente tras el estallido de la guerra. Al inicio de la guerra Rusia exportaba 6,6 millones de metros cúbicos diarios de gas, aproximadamente el 43% del gas del mercado mundial, según Reuters. Un 72% de esas exportaciones se vendían a las principales potencias europeas, entre las más dependientes de ese gas están Alemania (un 65,2% de sus importaciones), Polonia (un 54,8%) o Italia (43,2%). Después de que Rusia haya reducido drásticamente las exportaciones de gas y haya interrumpido en varias ocasiones el suministro comprometido con sus clientes, Europa se ha apresurado a llenar sus reservas de gas natural de cara al invierno. En estos momentos se encuentran al 93,8% de la capacidad disponible, según datos de Gas Infraestructure Europe, la asociación que agrupa a las empresas de infraestructura gasista en el continente, lo que equivale a casi cinco puntos porcentuales más que la media de los últimos cinco años.
  • Varapalo a la economía. La crisis energética ha elevado los precios y ha disparado la inflación hasta el 9,9% en la eurozona en septiembre. Para intentar frenarla el BCE acaba de subir los tipos de interés otro 0,75%, hasta el 2%, su nivel más alto desde 2009. Una medida que va a encarecer las hipotecas y que no ha tocado techo según su presidenta, Christine Lagarde, que asegura: "No hemos terminado". Hoy el último dato del PIB demuestra que la economía española ha crecido un 0,2% en el tercer trimestre, lo que implica un frenazo, aunque de momento no entra en valores negativos y esquiva la caída.
  • La guerra también juega en contra de la emergencia climática. Nuestra salud y la de generaciones futuras están amenazadas por la dependencia de combustibles fósiles como acaba de alertar un informe de 'The Lancet'. Y aunque el secretario general de la ONU, Guterres, lamenta que "la crisis climática nos está matando", la guerra en Ucrania lleva a una mayor dependencia de estos combustibles fósiles agravando la situación y complicando cumplir con los objetivos contra el cambio climático.

Para nota... La otra amenaza, la ultraderecha. No solo la guerra iniciada por Putin ha sacudido el escenario mundial, antes el auge de la ultraderecha ya ha supuesto un motivo de enormes tensiones y de polarización que, incluso, hace que se cuestionen derechos ya consolidados como el derecho al aborto o el matrimonio igualitario. Como muestra basta con mencionar a tres líderes actuales o recientes.

  • Trump, el expresidente de EEUU, con su discurso xenófobo, racista y machista, llegó a agitar la política estadounidense hasta tal punto que se negó a reconocer su fracaso electoral lo que acabó desembocando en el brutal asalto al Capitolio.
  • Bolsonaro, abiertamente homófobo (ha llegado a decir "para mí un hijo gay es casi como si fuese una muerte"), antiabortista y bajo cuyo mandato se ha disparado la deforestación del Amazonas. Su discurso radical y sus constantes mensajes sembrando dudas sobre un posible fraude electoral en las elecciones brasileñas, que este domingo celebran su segunda vuelta, han sembrado de violencia una campaña que ya deja varios muertos entre simpatizantes de su partido y el de su principal oponente, Lula Da Silva.
  • Meloni. La llegada al poder de la líder de Fratelli di Italia, que ha llegado a definir al dictador Mussolini como "un buen político", apoyada por los partidos de Berlusconi y Salvini, reaviva los temores de la crispación con durísimos mensajes contra el colectivo LGTBI, el feminista y contra la inmigración, a la que ya han anunciado que cerrarán las puertas.