El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha aprobado este jueves una nueva subida de 75 puntos básicos de los tipos de interés, lo que eleva el precio del dinero al 2%, mientras que la tasa de depósito alcanzará el 1,50% y la de facilidad de préstamo, el 2,25%.

De esta forma, el precio del dinero se ha situado en su nivel más elevado desde enero de 2009, cuando el BCE inició una senda de estímulos a nivel monetario que se interrumpió brevemente en 2011 cuando decidieron volver a subir el precio del dinero durante unos meses.

Esta nueva subida de los tipos de la zona euro es la tercera consecutiva desde que el BCE comenzó a ajustar la tasa con un primer incremento de 50 puntos básicos en julio, seguido de un alza de 75 puntos básicos en septiembre, la más agresiva de la historia de la institución.

A pesar del giro en su política monetaria, la tasa de inflación de la zona euro se situó el pasado mes de septiembre en el 9,9%, lo que marca un nuevo récord histórico y supone una aceleración de ocho décimas respecto a la registrada en agosto. Asimismo, la tasa de inflación subyacente de la eurozona, que excluye el efecto de la energía y de los alimentos frescos, alcanzó un récord del 4,8%, cinco décimas más que en agosto.

La reciente subida ya empezaba a mover la Bolsa española este jueves por la mañana antes de comunicarse su aprobación: el Ibex 35 se dejaba a media sesión un 0,22%. En concreto, el selectivo se dejaba 17,1 puntos a media sesión, equivalentes a ese 0,22%, y se situaba en los 7.853 enteros. Los principales parqués europeos cotizaban con signo mixto, con sesgo hacia las pérdidas: mientras que París caía un 0,78%; Milán, un 0,59%, y Frankfurt, un 0,57%, Londres ganaba un 0,21%.

Los expertos ya se veían venir esta subida antes de que fuese comunicada. "Hay pocas dudas de que el BCE subirá 75 puntos básicos en la reunión de este jueves", afirmaba antes de conocerse la decisión el jefe de estrategia global de mercado de Natixis IM Solutions, Mabrouk Chetouane, para quien, a pesar de que el contexto macroeconómico volátil justifica el enfoque "reunión por reunión" del BCE, la institución tendrá que aclarar su hoja de ruta.

"De cara a 2023, el BCE tendrá que elegir entre preservar la estabilidad financiera y luchar contra la inflación en un contexto de alto riesgo, especialmente en términos de crecimiento económico", señalaba el analista.

"Seguimos creyendo que el BCE deberá elevar su principal tipo de refinanciación hasta el 3% de aquí a finales de año, ya que un nivel inferior no es creíble frente a la actual dinámica inflacionista", añadía, subrayando que la entidad tendría que posponer temporalmente el ajuste del tamaño de su balance al menos hasta el primer trimestre de 2023, una vez que la mayoría de los ajustes de los tipos de interés hayan quedado atrás.

En una línea similar, Gilles Moëc, economista jefe en Axa Investment Managers, aseguraba que un aumento de los tipos de 75 puntos básicos en la reunión del jueves "ya está descontado por el mercado" y apuntaba que "los mensajes de los 'halcones' se han estado acumulando durante las últimas semanas, lo que ha llevado a los precios del mercado a superar el nivel del 3% para la primavera de 2023".

De esta manera, advertía de que, ante la influencia de los 'halcones', el BCE se ha puesto en una posición "un poco delicada" al argumentar que está tomando decisiones "reunión por reunión", mientras que en la práctica da fuertes indicaciones sobre los próximos pasos.

Por otro lado, el economista de Axa Investment Managerstambién consideraba probable que la mayoría del Consejo de Gobierno del BCE se incline este jueves por posponer cualquier discusión sobre el ajuste cuantitativo.

Asimismo, Lale Akoner, estratega de mercado sénior en BNY Mellon Investment Management, coincidía en que el contexto macroeconómico pone al BCE en una situación complicada con respecto a su ciclo de subidas de tipos, pronosticando que el BCE aprobará mañana otro aumento de 75 puntos básicos.

"Con la subida de esta semana y otra prevista en diciembre, el BCE se está dando margen para hacer una pausa a principios de 2023, cuando los efectos a largo plazo de la crisis del gas y el petróleo rusos serán más evidentes", exponía.

En este sentido, Yves Bonzon, jefe de inversiones del banco privado suizo Julius Baer, consideraba probable que 2022 marque el fin de las subidas de tipos. "Es posible, que hayamos superado el punto álgido de los temores de endurecimiento monetario", añadía en referencia a que la ralentización de la economía "frenará el entusiasmo de los bancos centrales en sus esfuerzos de endurecimiento".