El presidente ruso lo elogia
'Pedro el Grande', el sádico zar que inspira a Putin: así consiguió extender las fronteras de Rusia
Putin ha elogiado a 'Pedro el Grande' en el 350 aniversario de su nacimiento, pero, ¿quién fue el zar que inspira a Putin? laSexta Clave analiza su perfil.
Vladimir Putin se ha comparado con el Zar 'Pedro el Grande' en el 350 aniversario de su nacimiento. El presidente ruso se ha referido a él como un hombre que luchó en la Guerra del Norte durante 21 años: "Parecía que estaba luchando con Suecia y tomando territorios. ¡No arrebató nada! ¡Los estaba recuperando! Cuando fundó la nueva capital, ninguno de los países europeos reconoció el territorio como ruso. Parece que a nosotros también nos corresponde recuperar y fortalecer (esos territorios)", ha espetado.
Putin ha comparado así las conquistas de Pedro el Grande del siglo XVIII con la invasión ucraniana actual. Y no es la primera vez que este Zar convertido en emperador es loado por Putin. Siempre ha sido su referente, y es que Pedro el Grande extendió las fronteras de Rusia. Te explicamos quién fue.
De la dinastía de los Romanov, Pedro I llegó al trono de casualidad. Hijo del Zar Alexis y su segunda esposa, tenía a tres hermanastros por delante para acceder al trono. El primero, Fiodor, murió sin descendencia, y su hermano Iván era una persona con discapacidad.
La iglesia ortodoxa y la nobleza de saltaron a la mujer de la familia, a la zarina Sofía y el siguiente en la línea era Pedro. Sin embargo, Sofía no se quedó de brazos cruzados: se ganó la confianza de los cuerpos policiales y peleó por la corona. Algo que desencadenó por primera vez la brutalidad y la furia de quien se convertiría en 'Pedro el Grande'. Mandó cortar la cabeza a todos los partidarios de su hermana y a ella la mandó a un convento para asegurarse así el acceso al trono.
'Pedro el Grande' tenía de sádico lo mismo que de brillante. Al ser el cuarto en la línea de sucesión, no había tenido una educación formal, por lo que en sus primeros años como Zar se dedicó a viajar por Occidente para formarse. Aprovechó para aprender los idiomas locales, visitó bibliotecas, laboratorios, estudió la artillería de los prusianos y el poder naval de Reino Unido y Países Bajos. Hasta estuvo una temporada en unos astilleros para saber de primera mano cómo se construían los barcos que él quería para sus conquistas.
Sus viajes terminaron con las revueltas de la 'Guardia Streltsi', el cuerpo policial que había apoyado a su hermana Sofía. Pedro movilizó al ejército y empleando la mano dura que tanto le caracterizó disolvió la insurrección con más de mil ajusticiados y 700 detenidos.
Es la misma mano dura que utiliza hoy su admirador: Putin también es conocido por la dureza que emplea para controlar a los rusos que osan cuestionar su mandato. Brutalidad que también empleó Pedro El Grande en sus conquistas.
Los dos comparten, por lo tanto, la pasión por hacer Rusia más grande. 'Pedro el Grande' movilizó un dinero nunca visto y formó su propia Armada con la ayuda de los cientos de fundidores, científicos y artesanos que se trajo de sus viajes por Europa.
Primero abordó la guerra ruso-turca, con campañas exitosas sobre Crimea. La península ya era hace tres siglos una obsesión para los dirigentes rusos. 'Pedro el Grande' quería tener acceso al Mar negro, y lo consiguió. De hecho, llegó a lograr una salida al mar Báltico, y allí fundó, con su nombre, San Petesburgo, una de las ciudades más importantes de Rusia que se confirmó como potencia de primer orden en el continente. En 1721 fue proclamado Padre de la Patria y Emperador de todas las Rusias. Éxitos expansionistas que también Putin anhela para su mandato.
Aparte de su faceta sanguinaria, 'Pedro el Grande' es recordado como el Zar que hizo que Rusia saliera del medievo: cambió al calendario occidental; obligó a las clases altas a vestir a la europea, multaba a quien no se afeitara el bigote y la barba e incluso llegó a liberar a las mujeres de la obligatoriedad de ocultar su rostro. Sin embargo, Putin, su admirador, prefiere quedarse con su pasión expansionista.
Según el Consejo de Seguridad Nuclear
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