El Gobierno belga ha acordado reducir en un tercio el número de militares desplegados en las calles por la amenaza terrorista de forma progresiva de aquí al 2 de diciembre, desde los actuales 1.828 hasta los 1.250, aunque ha mantenido el nivel de alerta 3 por riesgo de atentado "posible y verosímil".

El ministro de Defensa belga, Steven Vandeput, ha asegurado que, aunque los militares, que continuarán apoyando a la Policía en la vigilancia de objetivos potenciales, se reduzcan "sensiblemente", se mantendrá "el mismo nivel de seguridad" y se podrá "aliviar la presión" sobre las fuerzas armadas.

Bélgica elevó durante varios días en la capital la alerta al nivel máximo, el 4, por riesgo de atentado "serio e inminente" contra metros y centros comerciales. De hecho, el metro y las escuelas fueron cerradas a finales de noviembre tras los atentados de París y se mantuvo en el nivel 3 en el resto del país.

Precisamente, el Ejecutivo belga también ha aprobado la nueva estrategia de seguridad para los aeropuertos tras la introducción de cámaras que reconocerán las matriculas de los vehículos antes de su llegada al aeropuerto de Bruselas y se cuenta con una barrera electrónica para regular su entrada con cuenta gotas a la zona de la terminal.

Un tercio de los policías destinados en el aeropuerto ya han recibido formación para detectar comportamientos sospechosos y el Gobierno prevé prolongar la estancia de los agentes de seguridad privados movilizados hasta final de año.