El aparato, un Boeing 737-800 de la aerolínea turca Pegasus proveniente de Ankara derrapó al aterrizar en Trebisonda, una ciudad costera del Mar Negro, y quedó atrapado en la ladera de una pendiente que baja a la playa.
El gobernador de Trebisonda, Yücel Yavuz, confirmó que todos los pasajeros y la tripulación fueron rescatados ilesos y explicó que se había abierto una investigación para aclarar las causas del accidente.
El aeropuerto permaneció cerrado durante la noche pero vuelve a estar ya operativo, señalan varios diarios turcos.