Como de costumbre, Stanislav Rzhitsky, un capitán del ejército ruso solía correr por un parque de la ciudad rusa de Krasnodar hasta que el martes le asesinaron. En las imágenes de seguridad difundidas por Rusia se le ve corriendo y a escasos metros un hombre montado en bici que le persigue varios minutos. Esa misma mañana encontraron su cuerpo con siete tiros. Su presunto asesino, según Moscú, es otro hombre al que detuvieron en su casa en la que encontraron armas y silenciadores.
Le han identificado como Sergei Denisenko, un profesor de judo ucraniano de 64 años. Dicen que ha confesado que fue él quién mató a Rzhitsky cumpliendo órdenes de la inteligencia ucraniana.
Un asesinato que llevaría preparando desde diciembre. Pero ha sido a través de una aplicación, en la que la víctima compartía sus rutas de entrenamiento, como le han localizado.
Ucrania niega estar vinculado con su asesinato. Pero Rzhitsky fue el comandante del submarino en el Mar Negro desde el que se lanzaron los misiles que provocaron un brutal ataque contra la ciudad de Vinnytsia en julio del año pasado. 27 personas murieron, entre ellas Lisa, una niña de 4 años. Los proyectiles la sorprendieron a ella y a su madre cuando caminaban por la calle. Desde entonces el nombre de Rzhitsky, su dirección y datos personales figuraban en una base de datos no oficial de Ucrania, una lista negra de enemigos de Kyiv.