Hasta un parking ha conducido a los investigadores la que sería, de momento, la última pista del caso Jamal Khashoggi: un coche negro abandonado el mismo día en el que murió el periodista y cuyo propietario es el consulado saudí.

El registro del vehículo podría ser decisivo. Las cámaras de seguridad lo habrían grabado abandonando el consulado tres horas después de que Khashoggi entrara al edificio, pero la realidad es que murió dentro y el nunca volvió a salir.

La idea de los saudíes era hacer creer que sí salió y por eso, según la CNN, vistieron a un doble con la ropa de Khashoggi y simularon su salida por una puerta trasera de la sede diplomática.

También pueden ser claves los últimos pasos de Khashoggi días antes de su muerte y a los que han tenido acceso medios turcos. El periodista llegó a Estambul con su prometida el 28 de septiembre, cuando les captaban las cámaras de un registro matrimonial a las 9.20 horas cuando parecen revisar el papeleo para su boda relajados.

También hay imágenes del periodista el 2 de octubre, horas antes de su muerte. A las 5.00 horas, Khashoggi sale del apartamento a esperar a su novia y vuelven a entrar juntos. Siete horas después, él aparece vestido ya con la misma ropa con la que fue grabado entrando por última vez en el consulado saudí.

Turquía ha ofrecido protección policial a la novia del periodista y se espera que Erdogan revele detalles cruciales de un caso con consecuencias ya inevitables para Arabia Saudí, que sí ha reconocido la muerte de Khashoggi pero que asegura no saber dónde están los restos de Khashoggi.