El Gobierno alemán ha decretado un día de luto nacional por el ataque perpetrado en un centro comercial de Múnich y que concluyó con nueve víctimas mortales y con el suicidio del propio atacante, un joven de 18 años y origen iraní sin antecedentes penales ni motivaciones conocidas.
El atacante, cuya identidad no ha trascendido, comenzó a disparar en las inmediaciones de un restaurante situado frente al centro comercial Olympia. Armado con una pistola, sembró el pánico y dejó nueve muertos y 21 heridos, entre ellos varios niños, según el balance final de la Policía.
A pesar de que las autoridades llegaron a especular con la presencia de hasta tres tiradores activos, finalmente confirmaron que se trataba de un único atacante y dieron la alerta por concluida una vez que comprobaron que era la persona que se había quitado la vida a un kilómetro del lugar de los hechos.
El ministro del Interior, Thomas de Maiziere, ha ordenado que este sábado sea día de luto en todo el país, según ha informado su Departamento a través de Twitter. La canciller, Angela Merkel, recibirá al ministro y a las principales autoridades de Inteligencia para analizar lo ocurrido.
Munich fue una ciudad prácticamente paralizada, sin transporte y en estado de emergencia, con unos 2.300 efectivos movilizados por las calles de la capital bávara. La ciudad trata de regresar a la normalidad tras el horror y nerviosismo de las últimas horas.