Los plásticos nos comen, y cada vez es un asunto más serio. Por ello, no son pocos quienes buscan soluciones y alternativas. Una de ellas la ha creado esta joven empresa de Zaragoza, Beecool.

Todo comienza en las colmenas que la cooperativa apícola Arna tienen en La Alfranca (Zaragoza). Allí, Alfredo Sanz explica a Estaciónla6 los diferentes tipos de cera que se puede conseguir de las abejas: una más oscura y otra más clara. Esta última, la de opérculo, es perfecta para productos como este envoltorio ecológico y reutilizable que es alternativa al plástico y al aluminio.

Una vez conseguida esa cera, ésta llega a las instalaciones de la cooperativa en un polígono de Cuarte de Huerva (también en Zaragoza), donde Anna Monforte la convierte en bloques o planchas. La cera pasa por varios procesos antes de calentarse a 70 ºC. y empezar a pasar por unos rodillos que la enfrían a la temperatura justa para que tome la forma deseada. Se trata de una labor complicada y precisa que se realiza para obtener un producto a gusto de cada cliente.

Cuando ya tenemos esta materia, ésta llega al taller de Beecool, una empresa maña que elabora envoltorios ecológicos que hacen frente al plástico.

En su sede, Claudia Ráfales y Ana Sádaba hacen su mezcla a base de cera, resina y aceite. Con ella, impregnan una tela de algodón (también ecológico) y la dejan secar para dar con un producto sorprendente: un envoltorio de alimentos que sustituye al plástico y al papel de aluminio y que tiene muchas ventajas. Se puede reutilizar, limpiar, usar para todo tipo de alimentos siguiendo unas instrucciones sencillas y, además, es antifúngico y también se puede congelar.

Claudia y Ana son la cara visible de un producto en el que también trabajan Carlos y Pablo. Los cuatro trabajan en Zaragoza de forma totalmente artesanal y con una receta que es única en España, aunque cada vez son más los que lanzan productos similares al mercado. Una alternativa sostenible y natural para evitar que el plástico siga inundándolo todo y a todos.

Vivir sin plástico

¿Acaso es posible vivir sin plástico? A veces parece imposible, pero iniciativas como ésta nos recuerdan que claro que sí. Es la filosofía 'Residuo Cero', una forma de vida en la que el plástico desaparece con pequeños gestos del día a día que cualquiera puede hacer.

Utilizar un cepillo de dientes de bambú o maquillaje en envase de madera puede ser el primer paso. "Mi descubrimiento favorito es el champú solido. Obviamente no tiene envase pero, además, es mucho más útil para el usuario porque pesa menos y ocupa menos espacio", explica Jennifer en el siguiente vídeo.