Las fuertes precipitaciones han dejado situaciones complicadas en algunos puntos de España durante buena parte del día. La mirada se la han llevado los desbordamientos de ríos. Cerca de Vitoria, el agua del río Zaia ha inundado calles, garajes y carreteras. También el Ebro ha alcanzado algunas viviendas en la provincia de Burgos.
En la provincia de Álava se ha podido ver incluso caballos encallados en el fango generado por las brutales corrientes de agua procedentes de las fuertes lluvias. Los bomberos han tenido que ayudar al rescate de los animales, que finalmente no han sufrido daños físicos. "Ha sido escalofriante, cuando hemos venido y hemos visto al caballo que se estaba ahogando", ha lamentado un ganadero.
En Ororbia, Navarra, varios coches se han quedado tirados en mitad de la carretera y sus ocupantes han tenido que ser rescatados al quedarse atrapados en enormes balsas de agua.
Las fuertes lluvias también han azotado Azazuri, Pamplona, donde se ha podido ver vehículos totalmente aplastados por un muro derrumbado por la fuerza del agua.
Las calles cortadas, los coches atrapados, los garajes inundados y las arquetas a rebosar, se han hecho habituales en una jornada marcada por las trombas de agua. Ahora, la preocupación se mantiene sobre localidades como Miranda de Ebro, donde el río a su paso, ya desbordado, alcanza algunas casas y se queda a solo unos centímetros de la carreta.
Más Noticias
- Fuertes lluvias afectan al norte de Cataluña con granizo y vientos que alcanzan los 90 kilómetros por hora
- España vive su primera ola de calor del verano con alertas por temperaturas por encima de los 40 grados
- El calor da una tregua y las temperaturas bajarán este finde semana: esta es la previsión para el Orgullo y San Fermín
- El mes de junio se despide con tormentas, granizadas y fuertes lluvias en prácticamente todo el país
- ¿Temperaturas de récord? Los meteorólogos prevén un verano más cálido y seco de lo habitual
Se espera que la crecida siga desplazándose, mientras algunos ríos, como el Nervión, empieza a reducir su caudal en pleno centro de Bilbao. Al Ebro aún le queda fuerza y tiempo para visitar, en las próximas horas, otros puntos del país.