Más de doscientos agentes antidisturbios para llevar un barco lejos del mar, a la rotonda viguesa de Coia. Un fuerte dispositivo policial para hacer frente a la resistencia vecinal.

El alcalde, el socialista Abel Caballero, insistió en la colocación de una embarcación con más de 70 años de historia, como homenaje a las gentes del mar. Los vecinos de este barrio obrero denuncian que hay otras prioridades.

Fran Rivero, portavoz vecinal, se queja diciendo que “se ha gastado 700.000 euros en un barrio obrero con graves necesidades alimenticias”. El Ayuntamiento explica que la mayor parte de este gasto corresponde a gobiernos anteriores. Y que es más barato llevar el barco a la glorieta, que mantenerlo atracado a puerto.

Pasada la medianoche, una potente cabeza tractora cargada con el histórico barco de 34 metros de eslora abandona el recinto portuario y enfila la Avenida de Beiramar y la Avenida de Coruña, mientras la Policía custodiaba el barco a ambos lados. El traslado del barco se hizo ante una importante presencia policial, con casi un policía por cada manifestante.